Germán Sánchez no recuerda el primer clavado que se tiró, poco antes de cumplir tres años, en un río desde una piedra lisa donde lavaban ropa las lugareñas de Tenacatita, en la costa del Pacífico.

Eso lo guarda su padre como anécdota, pero él conserva intacto el entusiasmo por el deporte que lo ha llevado a tres Juegos Olímpicos, a superar lesiones para ganar dos platas y otras tantas medallas mundiales, a viajar por el mundo y a estar orgulloso de un trabajo que se hace en México.

Por eso es que Germán, nominado por tercera vez al Premio Nacional de Deportes, que nunca ha ganado, se dirige con la llama encendida rumbo a Tokio 2020, donde espera estar a la altura de la evolución, aunque primero debe solucionar una lesión en el hombro derecho que requerirá una nueva intervención quirúrgica y unos tres meses de recuperación antes de volver a entrenar.

Afable, con la alegría que lo caracteriza, el clavadista de 24 años comparte en entrevista sobre esa estabilidad emocional con la que enfrenta las presiones propias de las competencias, las externas y las lesiones, pese a las cuales lleva un paso casi perfecto como deportista de clase mundial.

Creo que sí lo es, no la perfección de siempre triunfar, sino que conozco las dos caras de la moneda: ganar y estar abajo, y me parece que eso hace a una persona, en general, ser mejor, asienta el atleta, quien dice haber llegado grande a los clavados, a los 10 años, y a los 15 calificó por primera vez a unos Juegos Olímpicos y terminó en el puesto 22 en Pekín 2008.

Además del arrojo y la disciplina, la elasticidad ha sido para Germán una de las cualidades que le permitió seleccionarse en poco tiempo en el Centro de Alto Rendimiento de Jalisco, desarrollarse hasta altos niveles, al grado de que en Londres 2012 presentó el clavado más difícil del mundo en ese momento en la plataforma, de 4.4 grados, aunque no subió al podio en la competencia individual. Ganó plata en sincronizados con Iván García.

Sin embargo, esa elasticidad también le ha jugado mal. La híper flexibilidad detectada en el hombro derecho le ha hecho padecer y competir con dolor desde Londres y continuó en el ciclo olímpico hacia Río 2016.

Sánchez ha sido nominado tres veces al Premio Nacional de Deportes, pero nunca lo ha ganadoFoto Jam Media

“Mi papá, que siempre me escribe cartas, en una me dice que el mayor rival será no siempre el que gana, sino el que se sabe levantar de una derrota y creo que inconscientemente me he alzado de ellas, de golpes.

El dolor ha hecho que al Germán de ahora pues no le espante nada y enfrente las cosas de una forma diferente, para disfrutar y agradecer que muchos quisieran estar donde yo estoy, indicó.

En otro mensaje largo que le envió su padre antes de la competencia en Río, y que fue clave, aquel le recordó no pensar en ganar una medalla, sino en hacer lo que tanto me gusta.

Y es que el Duva, mote que recibió de sus compañeros por su parecido a un niño dibujado en una golosina, no se imaginaba que se quedaría en clavados, deporte al que llegó después de haber practicado karate y escalada con su padre.

Se había incluso interesado en los toros, aunque hasta la fecha es un apasionado de la lucha libre, olímpica y profesional. De verdad me vuelvo loco, dijo.

Recuerda que “era bien llorón, no quería ir a la escuela, me detenía de la ventana para no entrar y una vez mi papá me dijo: ‘si dejas de llorar te llevo a que conozcas a los luchadores’. No sé como le hice para ya no llorar, pero me acuerdo que íbamos subiendo las escaleras de la Arena Coliseo de Guadalajara.

“Yo esperaba ver a El Santo o a Blue Demon, pero sólo había atletas haciendo pesas y empezando grecorromana. Es mi otro deporte, voy a todas las funciones y quiero hacer una pronto en Guadalajara.”

La Federación Mexicana de Natación propuso por tercera vez a Germán Sánchez al Premio Nacional de Deportes, junto con sus compañeros Rommel Pacheco y Jahir Ocampo y el entrenador Iván Bautista, que lo ha ganado en dos ocasiones. Esta vez, Germán fue postulado en dos rubros, como deportista, por la medalla de plata individual, y por trayectoria.