En México se calcula que alrededor de 4 millones de personas podrían padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pues la prevalencia es de 7.5 por ciento en los mayores de 40 años, expuso Gabriel Escobedo, neumólogo del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En conferencia de prensa detalló que los principales factores que provocan ese mal, que ocupa la sexta posición entre las causas de muerte en el país, son el tabaquismo y la exposición al humo de leña.

En el contexto del cuarto Congreso de la Alianza de Expertos en Neumología (ADEN), apuntó que sólo 40 por ciento de quienes padecen esta condición prevenible están en tratamiento.

Antonio Anzueto, de la Universidad de Texas y uno de los 13 expertos mundiales que integran el comité científico responsable de elaborar las guías universales para diagnóstico y tratamiento de este padecimiento, indicó que la mitad de quienes padecen EPOC están caminando en la calle y no saben que tienen la enfermedad.

El experto indicó que la EPOC no se cura y sólo es tratable. Sin embargo, destacó, si se detecta en etapas tempranas y se aplica una terapia adecuado se detiene su avance acelerado, que se caracteriza por la limitación del flujo aéreo. Esta circunstancia está asociada a una respuesta inflamatoria crónica de los pulmones y la vía aérea a partículas nocivas y gases.

La base de la terapia es la utilización de broncodilatadores, principalmente anticolinérgicos y corticoides inhalados. La espirometría es el estudio indicado para realizar el diagnóstico de la EPOC.

En el mercado ahora está disponible un medicamento innovador constituido por la combinación de dos broncodilatadores (tiotropio y olodaterol), suministrado mediante un dispositivo que cuenta con un mecanismo de nueva generación que facilita su inhalación.

Escobedo destacó la importancia apegarse al tratamiento y cambiar el estilo de vida. Indicó que un paciente con buena adherencia terapéutica tiene menos posibilidades de tener exacerbaciones graves.

Quienes no presentan agudizaciones graves tienen supervivencia de 70 por ciento a cinco años, pero los que sí las padecen reducen la posibilidad de sobrevivir entre aproximadamente 15 a 50 por ciento.