El cuadro de las barras y las estrellas empleó a su artillería pesada
El duelo, para afianzar acercamientos deportivos entre ambos países
Sábado 8 de octubre de 2016, p. a14
La Habana.
Estados Unidos derrotó 2-0 a Cuba en el partido de futbol amistoso que ambas selecciones jugaron después de casi 70 años, como parte del restablecimiento de las relaciones bilaterales de los dos países, interrumpidas durante más de medio siglo.
La escuadra dirigida por Jürgen Klinsmann contó con toda su artillería pesada para este duelo, incluidos los jugadores que se desempeñan en clubes de primer nivel de las ligas europeas, entre ellos Christian Pulisic (Borussia Dortmund), Julian Green (Bayern Munich), Geoff Cameron (Stoke City), John Brooks (Hertha Berlin), Bobby Wood (Hamburgo) y Timothy Chandler (Eintracht Frankfurt).
No obstante, los estadunidenses fueron incapaces de vulnerar el bastión de los caribeños en el primer tiempo. Fue hasta el minuto 62 que el conjunto de las barras y las estrellas logró tomar ventaja con un tanto de Chris Wondolowski de gran factura y al 71 Green amplió la ventaja.
Cuba pudo haber marcado un tanto, pero la poca efectividad de sus jugadores le pasó factura.
Estados Unidos logró tener mayor posesión del balón y realizó 18 tiros a puerta por nueve de los isleños.
El estado de la grama del estadio Pedro Marrero de esta capital fue un lastre para el desafío, disputado a pocas revoluciones, sin intensidad y bajo un sofocante calor (la temperatura sobrepasaba los 30 grados centígrados).
Este encuentro representó el primer juego amistoso de futbol entre Cuba y Estados Unidos desde 1947, cuando los primeros golearon 5-2 a los segundos.
Después de esa fecha, siempre en cotejos oficiales, cubanos y estadunidenses chocaron en nueve ocasiones, con saldo favorable para los de las barras y las estrellas (ocho victorias y un empate).
Más allá del ámbito estrictamente deportivo, el duelo de ayer sirvió para afianzar los acercamientos deportivos entre Cuba y Estados Unidos, después de que ambos países comenzaran a restablecer sus relaciones a finales de 2014.
Antes del encuentro, los cubanos recibieron el saludo del astro argentino Diego Armando Maradona, amigo del líder Fidel Castro.