Piden que Graco Ramírez presente la disculpa pública
Viernes 7 de octubre de 2016, p. 4
María Concepción y Amelia Hernández, madre y tía de Oliver Wenceslao Navarrete, joven cuyo cuerpo fue inhumado de manera ilegal en las fosas de Tetelcingo, Morelos, reclamaron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) la ‘‘tibieza’’ de su recomendación del caso.
Presentes en la conferencia de prensa donde Enrique Guadarrama, segundo visitador general de la CNDH, dio a conocer dicha recomendación al gobierno y Fiscalía General del Estado de Morelos, y al municipio de Cuautla, las familiares de la víctima reprocharon también que la solicitud de disculpa pública se pida al fiscal general y no al gobernador Graco Ramírez, cuando el mandatario estatal estuvo enterado del caso desde el principio de las irregularidades y de las violaciones a los derechos humanos cometidas, sin que hiciera absolutamente nada para evitarlo.
‘‘Es lamentable una recomendación como la presentada por la CNDH’’, dijo Amelia Hernández, quien cuestionó al organismo nacional por prácticamente exculpar al mandatario estatal. Además, reprochó que a Rodrigo Dorantes, fiscal estatal que estuvo involucrado de manera directa en los hechos de las fosas, se le haya ‘‘premiado’’ con el cargo de delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Durango.
María y Amalia Hernández jugaron un papel esencial en el hallazgo de las fosas clandestinas de Tetelcingo, las cuales encontraron en el proceso de búsqueda de su hijo y sobrino de 31 años de edad, primero privado de su libertad por un grupo de hombres armados en mayo de 2013 y su cuerpo encontrado sin vida días después. Y aunque el cuerpo fue identificado por sus familiares, sus restos terminaron inexplicablemente en las fosas de Tetelcingo.
En tanto, Roberto Villanueva, de la Unidad de Atención a Víctimas de la Universidad Autónoma de Morelos, reveló que en días próximos, tras su plena identificación, serán entregados dos cuerpos más encontrados en las fosas de Tetelcingo, aunque ésta será una entrega discreta, pero resultado de la lucha de la sociedad civil y de los propios familiares de las víctimas.