La calificadora reduce de 2.6 a 2 por ciento la previsión de crecimiento para este año
Baja acelerada de la producción petrolera y volatilidad internacional, obstáculos para avanzar
Viernes 7 de octubre de 2016, p. 20
La posibilidad de que Estados Unidos se encamine a una actitud más proteccionista después de la elección presidencial de noviembre próximo se convirtió en un factor de riesgo que afectará el desempeño de la economía mexicana. Así lo consideró este jueves la firma calificadora de inversiones Fitch, que redujo sus previsiones sobre la evolución del producto interno bruto (PIB) para este año y el siguiente.
México afronta una reducción acelerada de su producción de petróleo, en un ambiente de volatilidad financiera internacional –que ha llevado el valor del peso a niveles mínimos históricos este año–, así como a una disminución de la producción industrial en Estados Unidos, la actividad más relevante para las exportaciones mexicanas, de acuerdo con la calificadora.
En ese entorno, y después de un menor desempeño al esperado en el segundo trimestre del año, Fitch redujo sus previsiones de crecimiento para este año y el próximo.
Ahora el cálculo es de 2 por ciento para 2016 y de 2.6 por ciento para 2017, tasas menores a las consideradas previamente, que eran de 2.4 y 2.8 por ciento, respectivamente.
La revisión a la baja sucedió luego que el crecimiento del producto interno bruto fuera menor al esperado para el segundo trimestre de 2016, dijo. En este periodo, la economía mexicana se encogió 0.2 por ciento en comparación con el mismo trimestre de 2015.
En el área de suministros, los sectores de minería, construcción y manufactura se debilitaron. El último se afectó por un desempeño endeble del sector industrial de Estados Unidos. El de servicios se ha respaldado por el crecimiento del consumo privado que ha despuntado por condiciones saludables del mercado laboral, por el crecimiento del uso de crédito y por el aumento de las remesas provenientes de trabajadores en el extranjero.
Fitch espera que la economía mexicana se recupere moderadamente durante 2017 y 2018.
El alza en los precios del petróleo, un tipo de cambio competitivo del peso mexicano respecto del dólar estadunidense y un impulso en la inversión, derivado de reformas estructurales, ayudarán a respaldar el crecimiento a pesar de algunos menoscabos derivados de la estrategia fiscal restrictiva.
“Por el contrario, una reducción acelerada de la producción de petróleo, el aumento en la volatilidad a nivel internacional de manera que afecte la confianza interna y el rendimiento reducido del sector industrial en Estados Unidos –principal destino de las exportaciones mexicanas– representan riesgos a la baja en el pronóstico de crecimiento”, consideró.
Además, agregó, las previsiones de crecimiento para México podrían sufrir todavía más si Estados Unidos toma una estrategia más proteccionista en el terreno comercial después de las elecciones presidenciales de noviembre
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El candidato republicano a la presidencia de ese país, Donald Trump, ha afirmado que renegociaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, acuerdo que brinda acceso preferente a Estados Unidos a los productos manufacturados en México.