Pemex aceleró el proceso de desmantelamiento del capital humano, técnico y de bienes de la empresa, por lo que la par del despido de miles de trabajadores y del desalojo de petroleros de los centros de trabajo licitados en la ronda uno, también ha puesto a la venta bienes de refinerías y complejos, como buques tanque, plantas de tratamiento, de absorción y de hidrógeno, unidades vehículares, muebles, calderas y mucho más.

La empresa emitió convocatorias entre junio y septiembre pasados para vender la Planta de Polietileno de Baja Densidad, del Complejo Petroquímico Escolín de Poza Rica, Veracruz, mediante licitación VB-018T4l985-E151-2016, así como la planta de pretratamiento (para desmantelar) de la Refinería Miguel Hidalgo, en Tula; la Planta de Absorción del Complejo Procesador de Gas en Reynosa y el buque tanque gasero José Colomo, de la Terminal de Operación Marítima Portuaria Madero, en Ciudad Madero, ­Tamaulipas.

De igual manera puso a la venta bienes, muebles, unidades vehículares de diversos centros de trabajo; la Planta de Hidrógeno del Complejo Petroquímico Cosoleacaque (convocatoria VB-018T4l985-E149-2016); la planta de tetrámero del Complejo Petroquímico Independencia, en Puebla, y la caldera CB-2 de la Refinería Francisco I. Madero, entre muchos otros.

La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (Untypp) indicó que Pemex aceleró en el último año su proceso de desmantelamiento, pues al deshacerse de trabajadores, técnicos, profesionistas y el capital material, implica que no hay intención de que la empresa vuelva a recuperarse, a crecer, y llamó la atención de que está vendiendo equipo en buen estado y que sólo está ocioso por las condiciones del mercado.

En cuanto al capital humano, este gremio indicó que a los miles de petroleros despedidos se suma que cientos de trabajadores de 19 plantas licitadas en la ronda uno, que fueron sacados de las instalaciones, les quitaron su materia de trabajo, no han sido reubicados, no están laborando, y sólo los traen dando vueltas entre las secciones sindicales y oficinas administrativas.

En tanto, a los trabajadores transitorios, a los que estaban por tiempo definido o como terciarios, no les están dando nuevos contratos, la empresa sólo está dejando que llegue el vencimiento de los mismos, con lo que se deshará de miles de empleados.

Además, en el caso de las plantas y áreas de extracción licitadas, los trabajadores a los que les quitaron la materia de trabajo tuvieron que integrarse en grupos multidisciplinarios para llevar a cabo la entrega de las instalaciones en condiciones seguras para las empresas privadas nacionales y extranjeras.

Según el oficio número DGTRI-SDSSPTPA 598 de la Subdirección de Desarrollo Sustentable y Seguridad Industrial de Pemex, los trabajadores durante todo un año, llevaron a cabo un programa de trabajo de actividades para dejar las plantas seguras; verificaciones para realizar en cada caso el dictamen libre de riesgo para que los nuevos operadores no tengan ningún contratiempo e incluso laboraron en el control de explosividad, pruebas de toxicidad y otras acciones.