n nuevo proyecto de burdel –descrito como el primero de su tipo en Europa– abrirá el año próximo en el barrio rojo de Ámsterdam, anunció el fondo de inversión social, que apoya la idea; se trata de un establecimiento que será administrado por las prostitutas.

Ahora damos un giro en la vía de la emancipación de los trabajadores del sexo, afirmó Richard Bouwman, portavoz del proyecto. Lo describe como la primera empresa de sexo totalmente gerenciada por sus trabajadores. Estos hombres, mujeres, transgéneros y todo lo que esté en el medio son representados en el consejo de administración y forman un grupo consultivo, en el cual se determinan las políticas del establecimiento”.

La prostitución fue legalizada en 2000 en los Países Bajos y las prostitutas, registradas en la Cámara de Comercio, pagan impuestos por los ingresos generados con su trabajo. Los dueños de los negocios tienen que pedir un permiso y perciben una comisión, a veces elevada.

El proyecto titulado My Red Light posibilitará a los trabajadores del sexo utilizar sus ingresos para mejorar su situación, y no para pagar a los propietarios de los establecimientos. Además, se ejercerá el negocio de manera segura y profesional.

A través de un sitio de Internet que se habilitará para el servicio, las personas que ejercen sus actividades en ese marco podrán alquilar las 14 vitrinas de que dispondrán en horarios flexibles y por un precio equitativo, o indicar a sus clientes potenciales a qué horas estarán disponibles.

Para este proyecto, también apoyado por el banco holandés Rabobank, cuatro edificios fueron comprados en el Red light District. Unas 7 mil personas trabajan en el sector del sexo de pago en Ámsterdam.

Afp