Expertos consideran que la institución alemana es muy grande para dejarla caer
Domingo 2 de octubre de 2016, p. 25
Fráncfort.
Las dudas sobre la solidez del mayor banco alemán, el Deutsche Bank, hicieron resurgir la semana pasada el temor a una crisis del sector bancario europeo, en un contexto de bajas tasas de interés que lastran su rentabilidad.
Las acciones del banco cerraron con ganancias de 6.39 por ciento a 11.57 euros el viernes en la bolsa de Fráncfort (tras hundirse a mínimos históricos por debajo de 10 euros), luego de que una fuente dijo a la agencia de noticias Afp que la multa impuesta por Estados Unidos en un caso relacionado con la crisis de las créditos de riesgo (subprime) sería finalmente de 5 mil 400 millones de dólares, menos de la mitad de los 14 mil millones previstos inicialmente.
Deutsche Bank es el cuarto banco más sistémico del mundo. Cuando se empiezan a tener dudas sobre una entidad de este tamaño es normal que afecte a todo el mundo
, indicó a la Afp Jérôme Legras, director de investigación Axiom AI. Los bancos sistémicos se consideran claves en el sistema financiero mundial y por lo tanto demasiado grandes para dejarlos caer.
El Deutsche Bank es acusado –al igual que otros grandes bancos– de haber vendido a inversionistas, antes del estallido de la crisis de 2007-2008, préstamos hipotecarios residenciales (RMBS, que son créditos inmobiliarios convertidos en productos financieros) aún sabiendo que eran tóxicos
.
Desde hace varios días la vista está puesta en la multa requerida en Estados Unidos. Más allá de este amenaza, analistas están preocupados por sus problemas de rentabildiad y comparan la situación con la de Lehman Brothers, el banco cuya quiebra desató en 2008 una crisis financiera mundial.
El Fondo Monetario Internacional calcula que el Deutsche Bank es el banco más susceptible del mundo de provocar daños, por un efecto dominó, en caso de quiebra. Su capitalización bursátil se hundió recientemente a alrededor de 16 mil 900 millones de dólares.
El pasado miércoles, el ministro alemán de Finanzas tuvo que desmentir que el gobierno esté preparando un plan de rescate y dos días después las acciones volvieron a hundirse momentáneamente por la información de que varios fondos de inversión están reduciendo su participación en la entidad.
La crisis arrastró al sector, con valores en rojo de muchos grandes bancos europeos. Fue el caso del Commerzbank, cuyas acciones cayeron casi 6 por ciento. El jueves anunció un plan de restructuración que incluye el despido de 9 mil 600 empleados y la suspensión de los dividendos a los accionistas.