us creadores le dieron vida para destruir a los monstruos. El Martillo de los Cíclopes fue un periódico que se publicó en Orizaba, Veracruz. Cuando en el verano de 1871 el caso de la conversión al protestantismo del sacerdote dominico Manuel Aguas despertó agrias críticas en el conservadurismo católico romano mexicano, El Martillo fue implacable contra quien llamó nuevo seguidor del heresiarca Lutero. Hoy la publicación orizabeña tiene un fiel sucesor en el semanario de la arquidiócesis de México, Desde la Fe, y otros espacios en los que se estigmatiza la diversidad.
Desde su nombre, El Martillo de los Cíclopes dejaba ver nítidamente su objetivo: destruir a quienes consideraba deformes religiosa y moralmente, cuya sola presencia representaba un peligro que era necesario cortar de tajo. Parte de su estrategia, y de sus émulos contemporáneos, era construir una imagen horrenda de sus adversarios, les describía como atracadores de las límpidas conciencias mexicanas, perversos a la caza de incautos e inermes ciudadanos. Todos los males se desatarían sobre la patria de permitir que aflorara entre nosotros la mera existencia de los degenerados.
Azuzados con distorsiones informativas, bombardeados desde distintos lugares, como el semanario que patrocina la arquidócesis encabezada por Norberto Rivera, con lemas prohibicionistas y augurios devastadores de lo que acontecerá en el país a causa de los matrimonios igualitarios, miles de personas (pero bastante menos que las cuentas alegres de los organizadores) marcharon en la ciudad de México contra la inicitiva de ley de Enrique Peña Nieto. Juzgan a ésta como atentado moral contra la integridad de la idiosincrasia nacional, la que conciben uncida a valores religiosos y excluyente de otras formas de ser mexicano(a).
Una gran mayoría de los congregados para manifestarse enemigos de la iniciativa peñanietista, y partidarios de lo que llaman familia natural, acudieron convocados por fantasmas que nada más ellos ven. Desde los púlpitos, redes sociales, volantes y otras formas de propaganda se llamó a conformar contingentes para frenar la hecatombe. Por ejemplo, la dirección [email protected] hizo el envío masivo del siguiente correo: “Todo México saldrá mañana a defender la familia […] Te cuento que estamos haciendo historia. México se colocó en el mapa mundial. ¡Nos hemos convertido en la referencia de los movimientos profamilia de todo el mundo! […] La marcha de mañana será muy importante. Será el escaparate nacional e internacional de lo que somos, lo que pensamos y lo que sentimos. La prensa nos está dando muy duro. De 40 editoriales o columnas sobre las marchas del 10 de septiembre, 38 eran en su contra. Y muy agresivas. Pero, ¿sabes qué? ¡¡¡No vamos a pedir perdón!!! Ni siquiera vamos a pedir permiso. Vamos a exigir al presidente Peña Nieto que escuche al pueblo, al México real. Somos el movimiento social más importante que se haya producido nunca en la historia de México. Somos el México real, y no vamos a permitir que la prensa o Los Pinos… u oscuros intereses internacionales traten de colocarnos mercancía averiada”. El panfleto cibernético es más extenso, y va en el tono de lo reproducido.
Según las incendiarias líneas anteriores, México estaba extraviado, invisibilizado en la geografía mundial, y gracias a los pro familia natural ahora ya destaca en el mapamundi. Por otra parte, ¿de verdad salió todo México a marchar, como deseaban? De ser así, entonces la población del país es bastante menor que las cifras del último censo, porque cupo en una parte de Paseo de la Reforma. ¿Acaso no es delirante afirmar que el suyo es el movimiento social más importante que se haya producido nunca en la historia de México
. Ellos y ellas, dicen, son el México real. Entonces, ¿los demás somos hologramas, imágenes virtuales que imploran existencia de carne y hueso?
A Desde la Fe y espacios ideológicos similares, como el Frente Nacional por la Familia, llega para reforzar su beligerancia la declaración del papa Francisco: Me adhiero a los obispos de México en el apoyo al compromiso de la Iglesia y la sociedad civil a favor de la familia y la vida, que en este tiempo requieren especial atención pastoral y cultural en todo el mundo
. Quienes creyeron que Francisco tenía una postura distinta a la del cardenal Norberto Rivera Carrera sobre los matrimonios igualitarios tal vez se sientan sorprendidos o desencantados. Con estilos diferentes, el Papa con formas de buena diplomacia, y Rivera Carrera mediante coléricos exabruptos, pero ambos personajes sostienen los principios doctrinales de la Iglesia católica romana que son firmes en rechazar como matrimonios los que no estén conformados por hombre y mujer. Que mantengan el rechazo al interior de su organización eclesiástica es entendible, pero que su óptica quieran hacerla obligatoria en el terreno de los derechos ciudadanos es incompatible con la laicidad del Estado.
Los émulos de El Martillo de los Cíclopes tuercen la información, ningunean las evidencias que no concuerdan con sus prejuicios, descalifican a sus oponentes y les desconocen como interlocutores válidos. Lo suyo es la denostación, crispar los ánimos de quienes les siguen con la intención de arrinconar simbólicamente, y si es posible físicamente, a la otredad que anhelan extirpar. Es ineludible no hacerles el juego.