l 11 de mayo de 2012, seis años y siete días después de los hechos de San Salvador Atenco, el candidato presidencial priísta, Enrique Peña Nieto, se jactó ante estudiantes de la Universidad Iberoamericana de las órdenes que dio como gobernador del estado de México para que, al amanecer del 4 de mayo de 2006, se desatara una salvaje represión contra miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, activistas y habitantes de ese poblado simbólico.

Asumo plena responsabilidad por lo sucedido en Atenco. Los responsables fueron consignados ante el Poder Judicial. Pero, reitero: fue una acción determinada en el legítimo derecho que tiene el Estado mexicano de usar la fuerza pública para restablecer el orden y la paz, dijo el sobrino de Arturo Montiel, presuntuoso, orgulloso, en un extraño lance al final de su visita a esa universidad privada. Ya había contestado algunas preguntas sobre el tema, sin que se incendiara la pradera estudiantil. Ya había terminado la sesión de preguntas y respuestas, pero Peña Nieto retomó el micrófono para abundar en el punto, deseoso de que quedara constancia de su engreimiento posdiazordacista. La reunión se desbordó entre gritos en su contra, exigencias de que se fuera del recinto universitario y el señalamiento de que Atenco no se olvida. Ahí nació el movimiento #YoSoy132, que pudo haber cambiado los resultados electorales de 2012.

Aquel 4 de mayo de 2006 fueron asesinados dos jóvenes, Javier Cortés Santiago y Alexis Benhumea Hernández (éste, alumno de la UNAM) y fueron detenidas 110 personas (el día anterior, también violento, se había apresado a 117). En la operación participaron 3 mil policías. La primera plana de La Jornada llevaba el 5 de mayo de 2006 un encabezado preciso: Con saña, la toma de Atenco. El diccionario de la Real Academia Española define la palabra saña como furor, enojo ciego o intención rencorosa y cruel.

Saña, como decía algún párrafo de la nota informativa redactada por Javier Salinas y René Ramón, corresponsales, y Gustavo Castillo y Roberto Garduño, enviados de La Jornada: “Luego de la entrada de la policía, y los destrozos que hicieron los uniformados en el auditorio, comenzaron las capturas; las aprehensiones incluían una toletiza y arrastrarlos en vilo hasta las camionetas, donde les obligaban a bajar la cabeza; si no obedecían les encajaban las rodillas en cualquier parte del cuerpo o les pisaban la cabeza con las botas de casquillo. ‘¡Baje la cabeza, cabrona!’, le exigieron a una mujer indígena” (https://goo.gl/K5sZbD).

Otras mujeres sufrieron esas y peores agresiones, incluyendo las sexuales. Ayer, The New York Times dio amplia información sobre la batalla que han librado 11 de esas mujeres para exigir castigo a los responsables de ordenar, ejecutar y proteger ese salvajismo. Bajo la firma de Azam Ahmed se reportó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha analizado durante varios años los abusos masivos cometidos en aquel 2006 en Atenco (https://goo.gl/WHL5ye).

DÍA SIN AUTO. Miguel Barbosa, coordinador del grupo parlamentario del PRD, se sumó a la celebración del Día Mundial sin Auto y, junto a otros senadores, viajó en bicicleta del Auditorio Nacional a la sede del recinto legislativoFoto Jesús Villaseca

Dicha comisión entregó la semana pasada su informe de los hechos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y, según relata el NYT, ha exigido una investigación mucho más exhaustiva para determinar la responsabilidad en toda la cadena de mando, lo que podría situar a Peña Nieto en la mira de una investigación como el gobernador que ordenó la represión. También pidió que se tomaran medidas disciplinarias o incluso penales contra las autoridades estatales que contribuyeron a obstaculizar el acceso a la justicia para las mujeres.

Si la mencionada Corte Interamericana estuviera de acuerdo con el dictamen de la comisión, puede ordenarle a México que extienda su indagación sobre el caso, un requisito que podría obligar al Estado a investigar a su propio Presidente. Las historias, dolorosas y descarnadas, de los abusos sexuales y de las consecuencias de tales ataques, también son relatadas en el reportaje del rotativo neoyorquino, esta parte a cargo de Paulina Villegas (https://goo.gl/XP3Ntn), con fotografías de Daniel Berehulak.

La represión ejecutada con saña en San Salvador Atenco hace más de 10 años es un tema pendiente. Cierto es que Peña Nieto ha sumado a su expediente oscuro múltiples actos que también demandan verdad y justicia (el de los normalistas de Ayotzinapa cumplirá dos años de ignominia y complicidades gubernamentales este día 26), pero no ha de olvidarse, no se olvida, la patológica orden dada desde Toluca para dejar constancia del enojo y la ira en la cúpula estatal.

Astillas

El mero día en que se cumplirán dos años de la desaparición de normalistas en Iguala, la comisión de justicia del PRI sesionará para analizar la posibilidad de lanzar una noticia bomba: la suspensión de los derechos partidistas del (todavía) gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, así que noticieros y comentaristas tal vez tengan ese día material escandaloso para no centrarse demasiado (ajá) en el tema de Ayotzinapa…

Oh, que dice José Antonio Meade (Pepe Mid, para los cuates), secretario de Hacienda, que su antecesor, Luis Videgaray Caso, ha sido un funcionario honrado y talentoso.… Enrique Peña Nieto, por su parte, en entrevista radiofónica, reconoció que la salida de Videgaray de la citada secretaría hacendaria se debió al desgaste que le provocó el episodio de la visita de Donald Trump (y, ¿por qué el titular de la SHCP, con tantos y tan graves problemas económicos necesitados de su atención, andaba en la grilla internacional, metido en asuntos que no eran de su competencia?)…

Y, mientras el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, ha confirmado que está en busca de la candidatura presidencial panista, lo que hará de manera más abierta en cuanto deje ese cargo estatal, el uno de febrero del año próximo, ¡hasta el próximo lunes!

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