Jueves 15 de septiembre de 2016, p. 13
El gobierno federal busca revertir el desgaste en la relación bilateral con Estados Unidos ocasionado por el proceso electoral en el país vecino y los señalamientos injustos y ofensivos
del candidato del Partido Republicano Donald Trump, expuso ante senadores el subsecretario para América del Norte, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Paulo Carreño King.
Durante una reunión con integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el funcionario explicó que es una nueva estrategia basada en destacar las contribuciones de los mexicanos en Estados Unidos. Luego, en breve entrevista, dijo desconocer quién pagó los costos de la visita de Trump a México, información que senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han exigido se haga pública.
Gastos de Trump
Por separado, el perredista Luis Humberto Fernández señaló que es necesario saber si fue el gobierno mexicano el que sufragó los gastos de los traslados del magnate, del aeropuerto a Los Pinos.
Durante el encuentro con los senadores, que sólo fue público al inicio y después a puerta cerrada, para dar respuesta a los cuestionamientos de los senadores, el subsecretario Carreño King explicó que es necesario hacer notar las aportaciones culturales, sociales y académicas de la comunidad mexicana que radica en Estados Unidos.
Agregó que lamentablemente en Estados Unidos sí hay duda sobre esta contribución, sobre todo luego del discurso de Trump, que nos han lastimado a todos
.
Tal situación, insistió, nos obligan a redoblar los esfuerzos que estamos haciendo para que tenga efectos de largo plazo y permanentes, es decir, que trascienda el proceso electoral en Estados Unidos, pero también el mexicano de 2018
.
Antes, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Gabriela Cuevas, dijo que es momento de hacer a un lado divisiones políticas para proteger a migrantes mexicanos ante el discurso de odio en Estados Unidos.
Sea cual sea el escenario electoral del 8 de noviembre, hay que recordar que el discurso de odio no será nada más el día de la elección, sino que puede quedarse y puede permear en distintas esferas de la sociedad estadunidense
, advirtió.