El Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) salió en defensa de la recomendación emitida por los hechos ocurridos en el Rancho del Sol, en Tanhuato, Michoacán, donde se señala a elementos de la Policía Federal de haber cometido ejecuciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y tortura en contra de civiles.

Además, afirma que dicha recomendación fue resultado de una investigación seria, objetiva e imparcial, sustentada en dictámenes técnicos y científicos, así como en otros elementos objetivos de convicción que, valorados en su conjunto, dejaron en claro la existencia de violaciones graves a los derechos humanos.

La determinación emitida por la CNDH no atiende a tiempos o coyunturas políticas, ni a intereses de ningún tipo, afirma el Consejo Consultivo, que, sin embargo, tardó casi un mes para poder emitir este pronunciamiento, luego de que la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), instancia a la que iba dirigida, rechazara la comisión de ejecuciones arbitrarias, e incluso calificara el documento de radical.

En el pronunciamiento, el Consejo Consultivo de la CNDH advierte que en un Estado democrático, la autoridad está obligada a actuar conforme lo disponen las leyes y respetar los derechos humanos, lo cual no inhibe ni imposibilita el ejercicio de sus atribuciones y su tarea en materia de seguridad.

Asimismo, afirma que los actos ilícitos no pueden combatirse con otros nuevos ilícitos. La tortura, ejecución arbitraria y los tratos crueles, inhumanos y degradantes son conductas injustificables e inadmisibles en un Estado que tiene como guía el reconocimiento, respeto, promoción y vigencia de los derechos humanos.

Hay que recordar que en su recomendación AVG/2016, la CNDH señaló que de los 42 civiles muertos en el operativo policiaco realizado en mayo de 2015 en el Rancho del Sol, en Tanhuato, Michoacán, 22 de ellos fueron ejecutados de manera arbitraria por elementos de la Policía Federal, y otros cuatro por uso excesivo de la fuerza.

De igual forma, señaló que los agentes policiacos ingresaron a la propiedad privada sin una orden judicial y en donde la Policía Federal mintió sobre la forma en que ocurrieron los hechos, y manipuló la escena, cambiando de lugar los cuerpos de los fallecidos y colocándoles armas para simular que perdieron la vida durante un enfrentamiento.