El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Juan Ramón de la Fuente aseveró que frente a los ataques contra el país y los mexicanos del detestable aspirante republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, corresponde a las universidades mexicanas responder con las armas de la razón y la inteligencia.

Al dictar la conferencia La universidad pública en el contexto de la compleja relación binacional con Estados Unidos, el también doctor honoris causa por la máxima casa de estudios enfatizó que “es momento de que las universidades, con la UNAM a la cabeza, estructuren una ofensiva intelectual y académica para mostrar quiénes somos realmente, pues lo que somos no corresponde con los calificativos que nos han endilgado (…) Tenemos valores y principios, quizás no todo el dinero que tienen ellos, pero sí las mismas neuronas.

El problema que tenemos es real. Sembrar odio hacia los mexicanos en Estados Unidos ya está teniendo consecuencias graves.

En una visita reciente que realizó a aquella nación, varios colegas en San Antonio, Texas, le dijeron que en el norte de ese estado se han reportado casos de bullying contra niños de origen mexicano y hasta amenazas de que si no se portan bien les van a levantar un muro o los enviarán a México.

Si bien a las universidades no les corresponde hacer políticas públicas, sus comunidades no son ajenas al contexto político, dijo.

En el auditorio Mario de la Cueva de la Torre II de Humanidades de la UNAM, el ex rector enfatizó que la delicada salud de la candidata demócrata, Hillary Clinton, y el que no haya informado de esa situación a los electores, amplía las posibilidades de que el magnate pueda llegar a la Presidencia, por lo que hay que dejar claro que los mexicanos tanto en el país como allende sus fronteras no son ni violadores ni delincuentes.

Indicó que millones de connacionales en México y el extranjero se han sentido agraviados por los dichos del también empresario, por lo que antes de visitar el país (a invitación del mandatario mexicano Enrique Peña Nieto), Trump debió haber pedido disculpas y entonces sí, nos sentamos a dialogar.