l humillante 7-0 recibido ante Chile en la Copa América, el fracaso del futbol mexicano en Río de Janeiro y la vigencia del zaguero Rafael Márquez, a sus 37 años con opciones de ir a su quinto Mundial, hablan de un mismo desastre: el trabajo incorrecto que ha hecho la Federación Mexicana de Futbol (FMF), a la que no alcanzan las críticas que por estos días envuelven a la Conade, al COM y a algunas federaciones deportivas.

La FMF se maneja como una república independiente gracias a su capacidad económica, la cual se fundamenta en tres razones básicas: el futbol es el deporte más popular en México; las televisoras le entraron de lleno al negocio –transmiten, invierten, sacan tajada y manipulan a placer–, y la afortunada vecindad con Estados Unidos, donde la nostálgica población mexicana es consumidora ávida de los partidos moleros del Tri.

Luego del triunfo 1-3 ante El Salvador ni se lavó ni se borró el aciago 7-0. No hay parámetro posible entre la Selecta –sin opción de avanzar al hexagonal de la Concacaf– y la Roja, que tiene en apogeo a su generación dorada. El primer tiempo ante los salvadoreños fue para el olvido: el equipo local se dedicó a pegar e hizo de Javier Aquino su blanco favorito. La afición se burló al grito de ¡siete-cero, siete-cero! El Tri, en tanto, fue incapaz de tener presencia en el área rival.

Al técnico Juan Carlos Osorio le gusta enderezar la nave en los segundos tiempos y frente a un equipo endeble no tuvo problemas. El Tricolor, que ya tenía en la bolsa el boleto a la última fase de la eliminatoria, quería sacudirse un poco el lodo del desprestigio tras la Copa América. Fue cosa de meter el primer gol para resquebrajar la moral de los salvadoreños. Lo rescatable fue la agradable actuación de Ángel Sepúlveda, Jesús Dueñas y Rafael Márquez.

Lo de Márquez es loable, pero resulta vergonzoso que en un país de 120 millones de habitantes la FMF no haya sido capaz de encontrarle un relevo. La línea defensiva necesita un nuevo comandante. Hace poco Miguel Piojo Herrera proclamó que Diego Reyes era el sustituto, también se habló de Héctor Moreno. Hoy, sin embargo, parece más abocado a ese papel Carlos Salcedo, el recién emigrado a la Fiorentina. Nada en concreto.

Honduras tiene su dificultad, sobre todo porque necesita ganar o al menos empatar para avanzar de ronda. El Tri ya está instalado en el hexagonal y el juego del martes en el Azteca no tiene atractivo. Los bonos del equipo que comanda Osorio se desploman y para colmo los jugadores de renombre causaron baja por lesión. No hay imán de taquilla y los boletos se abaratan con tal de llenar el gigantesco estadio.

¡Claro que hay alarma! Se trata de la gallina de los huevos de oro, por eso Decio de María se reunió con los jugadores antes de estos partidos de fecha FIFA para leerles la cartilla. No se tolerarán más negativas, todo futbolista tiene la obligación de acudir a las convocatorias. Menos libertades en las concentraciones, nada de privilegios o salidas frívolas. Deben tener conductas ejemplares, cuidar la imagen del equipo y la personal.

La directiva de Tigres finalmente no perdió. Gracias al pacto de caballeros recibió sus buenos dólares de Jorge Vergara para liberarse de Alan Pulido, ¡pero cómo la hizo sufrir el rebelde tamaulipeco! Es probable que el club felino haya tenido razón en varios aspectos, pero de lo que no hay duda es que Pulido quería jugar y de haberse mantenido sumiso y obediente, todavía estaría en la banca, esperando siglos para recibir una oportunidad de Ricardo Tuca Ferretti.

Chivas no aprende y hace la misma apuesta. Es como la dama que se casa con el alcohólico creyendo que lo va a cambiar. Nunca pudo meter en cintura al jacarandoso Marco Fabián, tampoco consiguió nada positivo con Ángel Reyna, que desquició a más de un técnico. Ahora le da el beneficio de la duda a Pulido, quien llega con fama de conflictivo.

Cada equipo con su obsesión. La de Tigres es importar jugadores y pagar sueldos estratosféricos, ya tiene a otro galo en Andy Delort. Cruz Azul repatrió a Erik Cubo Torres, todo indica que para jugar la Copa Mx, mientras el América retoma aire tras la paliza recibida en el clásico y padece la baja por tiempo indeterminado de Darwin Quintero, afectado de una tromboflebitis.

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