La empresa española Gas Natural Fenosa entró al mercado mayorista más grande de América Latina: la Central de Abasto (Ceda).

Tras la autorización de la Secretaría de Protección Civil, después de un análisis técnico operativo, económico y de seguridad, se lleva a cabo su instalación en todos los sectores.

Los 372 tanques estacionarios contabilizados, con capacidades de 100 a mil 600 litros, representan una carga promedio de 167 mil litros, que es un alto volumen de mezcla explosiva.

Julio César Serna, director general de la Ceda, explicó que luego de la explosión de una pipa de gas LP en Cuajimalpa se determinó por seguridad impulsar este proyecto de sustitución por gas natural, porque se tiene las 24 horas del día y porque es un generador de valor agregado a bodegas y locales.

La infraestructura de gas LP se encuentra actualmente deteriorada en la mayoría de los casos, y las pipas y el equipo que se utilizan para abastecerlo están en malas condiciones, lo que genera un riesgo latente.

El riesgo ante la entrada de 40 pipas diarias a la central y la carencia o nula certificación de los vehículos y operadores era latente, sobre todo por el mal manejo en su abastecimiento y porque, en varios casos la vida útil del tanque rebasó cinco veces los 10 años, señaló.

El funcionario destacó en entrevista que la empresa multinacional Fenosa fue la mejor alternativa para la prestación de este servicio, para lo cual construye una red de distribución en la Ceda sin ningún costo, con una extensión de 35.1 kilómetros de tubería para atender a todos los sectores.

Para diciembre no habrá un solo tanque de gas, con lo que se minimizará casi al 100 por ciento el riesgo de un incendio que ponga en riesgo a 500 mil personas que se reciben diariamente entre participantes, permisionarios, trabajadores y visitantes, afirmó.

De esta forma, la Ceda se convertirá en un espacio más seguro, al concluirse las dos etapas de trabajo, y podría ser la puerta de entrada para las delegaciones Iztacalco e Iztapalapa, pues se trata de combustible fósil, que puede ser detectado en cualquier momento y evitar un incendio.

Por cada fuga de gas natural se atienden 100 de gas LP. De ahí la importancia de contar con este combustible, pues sus instalaciones cumplen con rigurosos estándares de calidad y están fabricadas con materiales de alta resistencia y durabilidad a prueba de sismos y hundimientos, comentó.