Alrededor de 10 mil católicos marcharon por las principales calles de Ciudad Juárez, Chihuahua, para defender a la familia, y gritaron consignas como No creer en ideologías extranjeras y Que en la educación no haya ideología de género.

Los asistentes, vestidos de blanco, que llevaron pancartas con mensajes como Creo en la familia y Frente mexicano en defensa de la familia, partieron desde la iglesia de San Lorenzo –donde ofició misa el papa Francisco en su visita de febrero pasado– y llegaron hasta el sitio conocido como El Punto.

Saúl Morales, uno de los organizadores, dijo que se hizo la invitación en todas las parroquias e iglesias de la diócesis de Juárez, así como a la comunidad juarense en defensa de la familia y la educación, para evitar que se legalicen los matrimonios entre personas del mismo sexo y que éstos puedan adoptar a niños.

Adelantó que en los próximos días habrá marchas en otras 94 ciudades, y el 24 de septiembre se realizará una en la Ciudad de México. Ayer se hizo de manera simultánea en Juárez y La Paz, Baja California.

Contra las reformas estructurales

En Chenalhó, Chiapas, alrededor de 400 católicos protestaron por las reformas aprobadas durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Peregrinos de Zinacantán se unieron a la marcha para exigir la liberación de Alejandro Díaz Santiz y Roberto Paciencia Cruz, adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

Los católicos partieron del entronque que conduce a los municipios de Chamula y Zinacantán y después arribaron a un costado de la catedral de San Cristóbal de Las Casas, donde jóvenes tzotziles escenificaron una obra de teatro sobre cómo desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari a la fecha se han aprobado reformas para despojar de sus recursos a los mexicanos.

Que el gobierno se dé cuenta de que los pueblos originarios rechazamos esos proyectos de muerte, indicaron.