Ramón Mercader es un joven militante comunista español que se encuentra en el frente luchando contra las tropas de Franco durante la Guerra Civil Española cuando su madre Caridad lo recluta para una operación secreta, ordenada por Stalin: eliminar a su rival político León Trotsky. Caridad convence a su hijo de que los fascistas están ganando la guerra porque Trotsky está dividiendo a la revolución soviética desde México, donde se encuentra exiliado.

Caridad, quien fue reclutada por el agente ruso Leonid Eitingon, persuade a Ramón para que realice un trabajo encubierto, infiltrándolo en el círculo de personas cercano a Trotsky en París, con el fin de vigilar y reportar sus movimientos, sin decirle que la operación sin fallas tiene un plan B.

Es la historia en torno a la que gira la novela El asesino obediente, escrita por John P. Davidson, “thriller histórico” en el que se relatan las vicisitudes y la manera en que fue educado política y socialmente Ramón Mercader, conocido en México como Jacques Mornard, supuesto hijo de un diplomático belga, para cumplir la misión más relevante de su vida.

Relato que también implica un inesperado conflicto emocional: enamorarse de Sylvia Ageloff, trabajadora social y trotskista estadonidense a la que debía seducir y utilizar para introducirse en el entorno social de Trotski, terminando él seducido por los encantos de ella.

Viaje por su educación moral

Es una novela en la que se retrata a un Ramón Mercader en su vida personal y privada, quien duda y cambia su percepción respecto de la propaganda estalinista que dice que Trotsky es terrorista y traidor a la revolución, explica Davidson.

“Por una parte es una especie de viaje sobre su educación política y moral, su desarrollo como hombre, que lo lleva a recorrer regiones de España, Francia y Bélgica hasta llegar finalmente a México, y, por otra parte, es el romance que sostuvo con Ageloff.

Al principio Ramón acepta, sin mayor reflexión, la misma propaganda en la que cree su madre. Al inicio también comienza dicho romance como un impostor. Con el devenir de la historia, esas situaciones se trastocan. A medida que va perdiendo la fe en la ideología de su madre, el amor por Sylvia se vuelve real.

Para el también periodista, hoy, cuando en el mundo los extremismos políticos y el fascismo están en aumento, recordar la historia de Mercader y Trotsky es de suma relevancia. De cierta manera, la novela refleja el peligro de creer en la propaganda, explicó.

“Me llamó la atención la propaganda que usó Stalin, similar a los acontecimientos posteriores al 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, cuando durante la administración de Bush se fabricaron muchas mentiras para justificar la invasión y la guerra contra Irak.

“Hoy vemos que Trump coquetea con el fascismo, que la gente busca un líder fuerte, que dice: ‘necesitamos seguridad, más que democracia’. Ahí se puede apreciar cierta propaganda.”

Publicada por el sello Plaza y Janés, El asesino obediente recrea atmósferas y lugares de la época en Europa y México, las vicisitudes personales, íntimas del protagonista, hombre torturado por su educación política y moral, y la muerte brutal de otro hombre, que cambio el rumbo de la historia, concluyó Davidson.