Entre jueves y viernes 16 personas murieron de forma violenta en Chihuahua, 12 de ellas en Ciudad Juárez, donde presuntamente el narcotraficante Rafael Caro Quintero intenta recuperar la plaza que dominaba antes de ser capturado.

El alcalde juarense, Héctor González Mocken, explicó que el incremento de la violencia en esta ciudad se debe a las disputas entre tres células delictivas, una encabezada por el capo liberado en 2013 y otras procedentes de Jalisco y Michoacán.

El resto de los homicidios se perpetraron en la ciudad de Chihuahua, en el municipio de Delicias y en Nuevo Casas Grandes, donde una adolescente de 17 años fue encontrada muerta al lado de una carretera.

En tanto, dos hombres jóvenes fueron baleados la noche del jueves en la colonia San Lorenzo Totolinga, en el municipio mexiquense de Naucalpan, informaron policías locales. Asimismo, autoridades de Michoacán reportaron el enfrentamiento a balazos entre sujetos que iban a bordo de seis vehículos y policías estatales y efectivos militares en La Mira, municipio de Ciudad Lázaro Cárdenas, la mañana de ayer.

No hubo muertos, lesionados ni detenidos. Los presuntos delincuentes huyeron. Se decomisaron cinco camionetas con reporte de robo, un fusil y dos cargadores.

En Guanajuato, en el municipio de Abasolo, hombres lanzaron artefactos explosivos contra una tienda de abarrotes y una tortillería, en la colonia Las Margaritas; una mujer resultó herida.

El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, sostuvo que el aumento de hechos delictivos, como el ocurrido en Chilapa, donde han sido asesinados funcionarios locales y policías federales, se debe a conflictos entre bandas delictivas, aunque en ocasiones, refirió afecta a personas inocentes.