Qué gusto conocerlos, líderes mexicanos del futuro, fueron las palabras con las que el director de fotografía Emmanuel Lubezki saludó a miles de becarios de todo el país en el encuentro México Siglo XXI.

Lubezki, tres veces galardonado con el Óscar, llegó al escenario del acto organizado por la Fundación Telmex-Telcel con un acordeón del que hizo mención para iniciar la retrospectiva de su vida de la mano de la fotografía y la huella de sus colegas, en especial de Alfonso Cuarón y Luis Estrada.

Todo empezó cuando descubrí una pequeña cámara en casa de mis padres. Me fascinó el mecanismo y me encantaba ver a través de aquel lente, detalló.

Durante su charla frente a más de 10 mil universitarios mexicanos, Lubezki aseguró que la clave está en la palabra triunfo, si para ti significa extranjero, estoy en desacuerdo. El triunfo es una cosa interna, cuando estás satisfecho con lo que haces y hacia donde vas.

Invitó a los jóvenes a disfrutar los cambios y a no tener miedo de cometer errores. El error no equivale al fracaso, es parte del aprendizaje y un proceso muy importante (del crecimiento).

El Chivo trajo al escenario diversas memorias que ha compartido con Alfonso Cuarón a través del tiempo y varios encuadres: se debe considerar la crisis como una transformación y un tornado que va a pasar y va a terminar reinventando a las personas.

En torno al fenómeno de la migración, el cineasta dijo que al irse de México se llevó el contexto socioeconómico y político que determinó quién fue en el país, me fui siendo mexicano sin saber inglés.

Lubezki hizo una pausa para hablar de la era en la que vivimos y abrió las puertas del lenguaje a los universitarios: tienen que hablar inglés, chino y cualquier idioma que puedan, especialmente en este mundo globalizado.

Al describir de manera elíptica su trayectoria, desde su paso por el CUEC hasta Hollywood, Lubezki afirmó que lo importante de su trabajo es ayudar al director a traducir sus ideas. Si yo podía moverme y actuar como un camaleón, las películas tendrían tal efecto.

Variedad y libretad

La parte básica es la variedad y la libertad de trabajar con muchos directores. El cine es un trabajo en equipo.

Comentó que en su paso por el CUEC se enamoró de la fotografía de cine y comenzó a hacer un trabajo diferente a través de la experiencia y conocimiento en torno a diversos fotógrafos.

Me permitieron comenzar a hacer fotografía de autor. Había una visión diferente y me llamó mucho la atención su trabajo, en especial el de Henri Cartier-Bresson.

Recordó escenas de su vida cuando conoció al estadunidense Terrence Mallick y resaltó la relevancia de tomarse el tiempo para observar verdaderamente.

El cineasta realizó un una serie de alusiones y algunas de ellas fueron: Chivo-yo; Cuarón-amigo; Ariel-ego; Donald Trump-siniestro, pelafustán, racista y mierda; México-amor; Latinoamérica-cariño; cine (luz natural)-pasión, y fotografía- camino.

Resaltó además que: En el mundo de un fotógrafo lo trascendente es captar ese momento efímero; lo importante no está en el cine, sino en nuestro alrededor y en la vida.