La arquidiócesis divulga resultado de estudio efectuado en EU
Viernes 2 de septiembre de 2016, p. 39
La arquidiócesis de México destacó que la revista estadunidense The New Atlantis, especializada en tecnología, política, sociedad y ética, publicó un estudio sobre sexualidad y género en el que se establece “que no hay evidencia científica que respalde que la identidad de género sea independiente del sexo; es decir, que no hay sustento en aquello tan repetido de ‘soy un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer’, o viceversa”.
En el estudio se analizan algunas teorías del lobby LGBT respecto a la transexualidad, la homosexualidad y la dicotomía género-sexo. Las afirmaciones contenidas en este trabajo fueron realizadas por el siquiatra Lawrence Maier, integrante del Departamento de Siquiatría de la Universidad de Medicina Johns Hopkins y por el sicólogo y siquiatra Paul McHugh, quienes, a partir de una sistematización de problemas mentales que afectan a los transexuales, señalaron que hay una diferencia entre lo que la gente cree que es la transexualidad y lo que realmente la ciencia revela sobre la misma
.
Sin alteraciones
Mediante el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame), la demarcación religiosa, a cargo del cardenal Norberto Rivera Carrera, resaltó que el editor de la mencionada revista, Adam Keiper, explica la necesidad de este exhaustivo estudio de la siguiente manera: La transexualidad es una de las realidades más complejas de la sexualidad humana; se puede ver como un fraude de la especie, así que necesitábamos explicar, desde el punto de vista de la biología y la sicología, qué es y si genera repercusiones mentales
.
Maier y McHugh sostienen que la realidad biológica no puede ser alterada ni socialmente ni a través de la cirugía: “Aunque un niño pequeño sea considerado, incluso por él mismo, una niña, eso no lo convierte biológicamente en ella. Para casi todos los humanos, el sexo biológico es: ‘claro, binario, y estable’, y no puede ser alterado por la cirugía o condicionamientos sociales”.
El estudio señala que la idea de que la orientación sexual es innata y responde a una realidad biológica
no está apoyada por ninguna evidencia científica; mientras que el sexo biológico sí es una característica innata de las personas.