Se ubican en territorios indígenas que carecen de reconocimiento legal, advierten líderes
Miércoles 31 de agosto de 2016, p. 43
Los bosques tropicales del mundo están en peligro debido al cambio climático, y las estrategias fallarán si las comunidades forestales no son consideradas en los procesos de conservación para atacar el problema, advirtieron dirigentes indígenas.
Cándido Mezúa, encargado de relaciones internacionales de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques, señaló que los gobernadores de 29 estados y provincias que representan a grupos indígenas de Brasil, Indonesia, Costa de Marfil, México, Nigeria, Perú, España y Estados Unidos ponen sus vidas en riesgo para proteger los bosques tropicales en Mesoamérica, el Amazonas, entre otras regiones.
En la Conferencia de los Gobernadores sobre clima y bosques, conocida como Forest Task Force (GCF), que se realiza en Guadalajara, se presentó un análisis encargado por organizaciones indígenas al Woods Hole Laboratory y al Environmental Defense Fund en el que se encontró que las tierras indígenas mantienen más de 20 por ciento del carbono almacenado en los bosques tropicales del mundo.
El reporte plantea que cuando los gobiernos mejoraron y fortalecieron los derechos territoriales, las comunidades fueron más exitosas en la prevención de la tala ilegal, la depredación por las compañías mineras y la destrucción ilegal de los bosques al igual que el incremento de los gases de efecto invernadero.
Pero a pesar de que las comunidades indígenas que practican sus formas de vida tradicionales tienen mucho menor impacto en los bosques tropicales que las culturas occidentales, sus posibilidades de evitar las actividades ilegales y proteger sus territorios de usos de alto impacto con frecuencia están limitadas por la falta de apoyo legal y financiero, incluyendo la falta de la titulación de sus tierras.
Agrega que más de 9 por ciento de los bosques tropicales de la cuenca del Amazonas, Mesoamérica, el Congo e Indonesia son considerados altamente amenazados debido a que están en territorios indígenas que carecen de reconocimiento legal, concluye el análisis.