Amatrice.

Con la muerte de un hombre herido hospitalizado subió este sábado a 291 el número de personas que perdieron la vida en el terremoto que sacudió el centro de Italia el miércoles pasado, informó el Servicio Nacional de Protección Civil, al tiempo que se realizaban los funerales de las víctimas. Así, el sismo alcanzó prácticamente el saldo del de L’Aquila en 2009: más de 300.

La ceremonia solemne, en la ciudad de Ascoli Piceno, contó con la presencia del presidente de la República, Sergio Mattarella, y del primer ministro, Matteo Renzi, así como de familiares, amigos y parientes de las víctimas de Arquata del Tronto, una de las aldeas devastadas.

El acto se celebró en el estadio deportivo de Ascoli Piceno, ciudad localizada no muy lejos de la tragedia.

En el estadio, transformado en capilla, se rindió homenaje ante 35 ataúdes colocados sobre el piso. Entre ellos resaltó uno blanco, el de Giulia, niña de nueve años cuyo cuerpo protegió el de su hermana Giorgia, de cinco años, una de las últimas personas rescatadas con vida en Pescara del Tronto. Nuestras campanas volverán a repicar, expresó el obispo Giovanni D’Ercole durante la misa fúnebre, a la que asistieron cientos de personas.

Antes de la ceremonia el presidente Mattarella visitó la pequeña aldea de Amatrice, de cuyos escombros fueron extraídas sin vida 230 personas, y elogió el esfuerzo extraordinario que los equipos de rescate han hecho en la zona roja, donde los medios de comunicación no tienen acceso y sólo quedan ruinas.

En la localidad de Accumoli hubo 11 víctimas mortales y en Arquata del Tronto 50.

Muchas eran turistas y niños que pasaban las vacaciones con los abuelos.

El terremoto también costó la vida a por lo menos 16 extranjeros, entre ellos 10 rumanos, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Bucarest. Otros 16 siguen desaparecidos.

La lista de víctimas extranjeras incluye a tres británicos, una española, un canadiense y un albanés.

Más de mil 300 réplicas se han registrado desde la madrugada del miércoles generando pánico entre los sobrevivientes y los equipos de rescate, que temen nuevos derrumbes.

Protección Civil anunció que cerca de 2 mil 500 personas se quedaron sin techo y pernoctan en las 42 tiendas de campaña instaladas. Tras la tragedia, Italia se interroga sobre el costo humano de los sismos y la falta de una política en la materia.