Guadalajara, Jal.

La asesoría que ha brindado la Universidad de Guadalajara (UdeG) a familiares de las víctimas de la masacre en Tanhuato, Michoacán, le permite conocer que la mayoría son ciudadanos de Ocotlán, Jalisco, y eso motivó a pedir a las autoridades de los tres niveles de gobierno que se les brinde mayor atención en forma focalizada y regional, aseveró ayer el rector Tonatiuh Bravo Padilla.

Se necesita acción para reforzar el acompañamiento a las víctimas, en virtud de que ya están recibiendo un veredicto de cómo y en qué circunstancias murieron sus familiares, y necesitan mayor dosis de solidaridad y acompañamiento, sostuvo Bravo Padilla.

Recordó que la UdeG ha brindado asesoría sicológica, legal y de trabajo social, pero es insuficiente ante la realidad de que la mayoría de las 22 personas asesinadas en Tanhuato presuntamente por policías federales en mayo de 2015, pese a no oponer resistencia, vivían o eran residentes de Ocotlán, municipio limítrofe con Michoacán en el oriente de Jalisco.

Durante la inauguración del diplomado de capacitación para el programa de atención a víctimas, el rector expresó que la escalada de violencia en México tiene una “innumerable cantidad de personas desaparecidas, ejecutadas, de cuerpos abandonados y no solicitados por falta de conocimiento con relación a dónde se encuentran”.