Acapulco, Gro.

Los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 corearon la consigna ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!, durante la entrega de reconocimientos organizada por el Sistema Universitario Jesuita (SUJ) en el auditorio de la Universidad Loyola, de Acapulco, Guerrero.

La entrega de diplomas a cada uno de los padres se efectuó para conmemorar 23 meses de la desaparición de los estudiantes en Iguala y en el contexto de la cátedra Pablo Latapí Sarre. En el acto participaron representantes de las universidades Iberoamericana y Loyola, así como del SUJ.

Javier Loredo Enríquez, representante del departamento de educación de la Universidad Iberoamericana, explicó que lo ocurrido el 26 y 27 de septiembre de 2014 ha adquirido un sentido especial, pues los reconocimientos persiguen el objetivo de expresar solidaridad, hacer un pronunciamiento por la justicia, así como escudriñar las causas que provocan inequidad.

Sólo ustedes saben el dolor, no sabemos qué decirles para aliviarlo, les reconocemos la decisión de afrontar la desaparición de sus hijos, ustedes están luchando por la verdad, expresó a los familiares de los 43 normalistas.

Estudiantes de estas instituciones proyectaron trabajos audiovisuales en referencia a la historia de las escuelas normales rurales en México. En ellos subrayaron la importancia que tienen estas instituciones educativas para las familias indígenas que habitan la zona rural, y cuya preparación para convertirse en maestros les representa una esperanza de vida.

En entrevista, Blanca Luz Nava Vélez, madre de Jorge Álvarez Nava, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, expresó: Es muy difícil todo lo que estamos pasando, como mamás estamos desesperadas, queremos saber de nuestros hijos, el gobierno nos ha dado puras mentiras.

Queremos la verdad, saber dónde están nuestros hijos. Esto es muy feo para una madre, es una tortura día a día, cada minuto que pasa, todo esto nos está destruyendo, pero vamos a seguir hasta encontrarlos, hasta saber donde nuestros hijos.