Roberto Eibenschutz, investigador de la UAM
Viernes 26 de agosto de 2016, p. 33
La corrupción, la privatización del espacio público y la falta de actualización de los planes de desarrollo urbano han colocado a esta capital en situación caótica, aseguró Roberto Eibenschutz Hartman, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) en el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas (1997-1999), quien consideró que la próxima constitución de la Ciudad de México puede sentar las bases para la solución, dar los lineamientos generales, pero no podrá resolver las cosas por sí misma ni en lo inmediato
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En entrevista con este diario, el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco aseguró: La situación urbana en esta capital es muy grave, y lamentablemente no se va a resolver automáticamente con el hecho de que tengamos una constitución; más bien, a partir de ella habrá que ir construyendo una serie de modificaciones en todo el marco regulatorio que permitan generar una nueva norma para toda la ciudad. Es un esfuerzo de largo aliento que arranca con la constitución, pero que no resuelve todo
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Comentó que una de las características de esa situación caótica “es el crecimiento disperso que se está dando, el crecimiento a base de grandes conjuntos habitacionales fuera de la ciudad y que está dando paso a un crecimiento atomizado, disperso, de solamente vivienda, y que genera esa necesidad de ir y venir de la población, que les toma tres o cuatro horas diarias de traslado y que nos mete en problemas muy serios; eso, entre otros, son problemas que se van acumulando.
–¿Qué otros elementos están generando el caos urbano?
–La privatización del espacio público dentro de la Ciudad de México es también muy grave; estos conjuntos aislados, cerrados, amurallados que están llevando a que la convivencia social se esté perdiendo. Nos hemos hecho cada vez más individualistas, más cerrados en nosotros mismos, más en torno a estos valores de competencia y de triunfo individual y esto está haciendo que la ciudad sea cada vez más difícil de vivir... se pierde esa convivencia, se pierde esa relación, se pierde esa solidaridad con el resto.
Estamos llenos de planes
–¿En qué momento se perdió el rumbo?
–Las cosas van cambiando poco a poco, no podemos decir que de un día para otro; simplemente las cosas se van modificando, la situación se va relajando poco a poco con el tiempo y va aumentando la corrupción, van degenerándose las situaciones, no se actualizan los planes y de repente, cuando volteamos, vemos que las cosas son ya muy difíciles de controlar.
El también integrante del grupo de asesores externos de la propuesta de constitución local añadió que hoy día estamos llenos de planes, pero no los usamos; quienes tienen que tomar decisiones no lo hacen con base en los planes existentes, simplemente guardan los planes y deciden lo que les parece bien; no hay consistencia con los planes
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