La economía nacional medida a través del producto interno bruto (PIB) mostró una disminución real de 0.2 por ciento durante el segundo trimestre, en comparación con enero-marzo de 2016, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Por lo anterior, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) redujo por segunda ocasión en el año su estimación de crecimiento económico para 2016, ahora a entre 2 y 2.6 por ciento, desde el anterior 2.2 a 3.2 por ciento del producto.

Por su parte, el Banco de México (BdeM) dará a conocer la próxima semana su nueva estimación de crecimiento de la economía mexicana.

Con este resultado obtenido entre abril y junio de 2016, la economía nacional tuvo su peor comportamiento en casi tres años en un segundo trimestre. Con esta baja, el país rompe una racha de 11 trimestres consecutivos de avances.

Los registros oficiales señalan que el segundo trimestre de 2013 fue la última vez que el PIB había tenido una contracción de 0.97 por ciento en comparación con el primer trimestre de ese año.

En conferencia de prensa, el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela Rodríguez, destacó que pese a un entorno adverso con alta volatilidad, la economía mexicana creció 2.5 por ciento en el segundo trimestre, en términos anualizados.

Los especialistas del principal grupo financiero en México, BBVA-Bancomer, Javier Amador, Iván Martínez Urquijo, Francisco Morales, Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano redujeron su pronóstico para el crecimiento de 2016 a sólo 1.8 por ciento.

Ante los resultados divulgados ayer por la mañana por el Inegi, la calificadora de valores internacional Moody’s, aseguró que el crecimiento económico no rebasará un promedio de 3 por ciento en la segunda mitad del sexenio.

La capacidad productiva del país no ha aumentado y limita la economía a un crecimiento potencial de sólo 2.6 por ciento. La economía se encamina en 2016 a un crecimiento menor a su potencial, lo cual es insuficiente para generar los empleos necesarios y mejor remunerados, limitando con ello el avance del bienestar social, destacó Moody’s.

La capacidad productiva de la economía mejoraría lentamente en el resto del sexenio, dados los bajos volúmenes de inversión hasta ahora generados, advirtió la calificadora. Explicó que, como se esperaba, la economía mexicana perdió fuerza en el segundo trimestre, afectada por la prolongada debilidad industrial. La anemia de inversión continúa como un lastre para la planta productiva, a pesar de las reformas realizadas.

Sin embargo, el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, mantuvo su optimismo y afirmó que a pesar del entorno global incierto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza la perspectiva de crecimiento de México para 2016 de 2.4 por ciento en abril a 2.5 por ciento en julio. En contraste, el FMI revisó nuevamente a la baja la expectativa para el crecimiento económico mundial, al disminuirla de 3.2 por ciento en abril a 3.1 en julio.

En este contexto, dijo que el crecimiento del PIB de México observado durante el segundo trimestre se compara favorablemente con el de otras economías de la región, y resulta superior al observado en las principales economías de América Latina. Se espera que esta tendencia continúe durante todo 2016.

Con cifras originales citadas por el funcionario, el PIB de México creció 2.5 por ciento anual, superior al 1.5 por ciento de Chile y a la expectativa para el segundo trimestre de -2.5 por ciento de Argentina y de -3.8 por ciento de Brasil. Este último país acumuló ocho trimestres en contracción. Se estima que durante el segundo trimestre de 2016 el crecimiento de América Latina, sin considerar México, sea de menos 2.4 por ciento anual.

Anunció que este año se reducirán los Requerimientos Financieros del Sector Público a 3 por ciento de una estimación original de 3.5, es decir, una reducción de 1.1 por ciento con respecto de los requerimientos de 4.1 por ciento del PIB en 2015, lo que significará menor déficit.

También anticipó que ahora se dará a conocer una compilación de 12 indicadores para el seguimiento de las finanzas públicas y las expectativas se modificarán cada trimestre.