Gaziantep.

Un atacante suicida del grupo Estado Islámico (EI) que tal vez tenía apenas 12 años, detonó una bomba en una fiesta de bodas kurda en el sureste de Turquía con saldo de al menos 51 muertos y un centenar de heridos, aseguró este domingo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El menor se hizo estallar o bien llevaba explosivos detonados a distancia, declaró Erdogan. En la ciudad de Gaziantep, cerca de la frontera siria, se encontraron restos de un chaleco de explosivos, anunció la fiscalía.

El atentado más mortífero en el último año en el país fue perpetrado el sábado por la noche durante una boda en el barrio de Beybahce, a la que asistían kurdos en mayoría, y causó además un centenar de heridos.

Un funcionario turco declaró que la ceremonia se celebraba al aire libre en un barrio de Gaziantep con fuerte concentración de kurdos, lo que refuerza la pista yihadista.

En un comunicado, el presidente Erdogan afirmó este domingo que no hace ninguna diferencia entre el predicador en el exilio Fethullah Gülen –al que acusa de urdir la intentona golpista del 15 de julio–, los rebeldes del PKK y el grupo yihadista EI, probable autor del atentado en Gaziantep.

Nuestro país sólo puede reiterar un mensaje a quienes nos atacan: ¡fracasarán!, escribió el presidente.

Selahattin Demirtas, líder el partido opositor pro kurdo HDP, aseguró que el objetivo del atentado eran ciudadanos kurdos, y el novio, miembro de la formación política.

La pareja sobrevivió a la matanza. La novia, Besna Akdogan, está muy conmocionada y se ha desmayado varias veces. Han convertido mi boda en un baño de sangre, declaró a la agencia de prensa Anadolu. Ella resultó con heridas leves y fue dada de alta este domingo.

La agencia Dogan informó que un suicida se infiltró entre los invitados, entre los que había muchas mujeres y niños, y detonó la carga explosiva.

Las fuerzas de seguridad buscan a dos personas que lo acompañaban y que huyeron tras el ataque.

Cuando llegamos había tantos muertos..., cuerpos con la cabeza, el brazo o la mano desperdigados por el suelo, relató un hombre.

Gulser Ates, quien resultó herida, contó al diario Hurriyet que el atentado ocurrió cuando terminaba la fiesta.

Estábamos sentados; yo estaba charlando con un vecino que se desplomó sobre de mí durante la explosión. Si no hubiera sido por eso, yo también habría muerto.

Erdogan consideró que los autores del ataque buscaban sembrar la división entre los diferentes grupos étnicos que viven en Turquía.

El bombazo de Gaziantep, que hasta el cierre de esta edición no había sido reivnidicado, sucedió el mismo día en que el primer ministro, Binali Yildirim, anunció que Turquía quiere tener un papel más activo en la solución de la crisis en Siria con el fin de detener el baño de sangre.

Turquía ha sido escenario desde hace un año de una oleada de ataques atribuidos al EI o a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), sobre todo en Ankara y Estambul.

La comunidad internacional condenó de forma unánime el atentado en Gaziantep y se solidarizó con Turquía.

El embajador de Estados Unidos John Bass señaló: somos solidarios con nuestro aliado Turquía y nos comprometemos a seguir trabajando estrechamente para derrotar la amenaza terrorista.

Estamos con el pueblo de Turquía en su defensa de la democracia frente a cualquier forma de terrorismo, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad nacional estadunidense, Ned Price, en un comunicado.

En este difícil momento nos solidarizamos con nuestros aliados turcos, expresó el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, y se dijo decidido a combatir el terrorismo en todas sus formas.

La Comisión Europea manifestó su solidaridad con el gobierno de Ankara y prometió reforzar la cooperación contra el terrorismo.

De nuevo, hombres, mujeres y niños inocentes son víctimas de la violencia insidiosa y cobarde, escribió la mandataria alemana, Angela Merkel, en un telegrama que envió al primer ministro turco.

Desde Francia, el presidente François Hollande condenó el vergonzoso atentado, al tiempo que el mandatario ruso, Vladimir Putin, denunció la crueldad y el cinismo del ataque.

Recemos por las víctimas, muertos y heridos, y pidamos paz para todos, proclamó desde el Vaticano el papa Francisco.