Culiacán, Sin.

Alfredo Guzmán Salazar –hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa– y las otras cinco personas levantadas el lunes pasado en Puerto Vallarta, Jalisco, fueron liberados por sus captores, se informó extraoficialmente.

Fuentes cercanas a las indagatorias y a la familia Guzmán, citadas por el semanario sinaloense Ríodoce, señalaron que Alfredo Guzmán y supuestamente Iván Archivaldo, su hermano mayor y sucesor de El Chapo, fueron dejados en libertad ilesos.

Los liberados, que suman seis, fueron sorprendidos por un grupo armado presuntamente ligado al cártel Jalisco Nueva generación (CJNG) cuando cenaban en el restaurante La Leche, en Puerto Vallarta, la madrugada del pasado lunes.

Los integrantes de la familia Guzmán y amigos, entre ellos varias mujeres, al parecer no contaban con escoltas y fueron fácilmente sometidos por los sicarios, quienes portaban fusiles automáticos.

No se precisó en qué lugar ni tampoco dónde se hizo contacto con sus familiares, pero las fuentes aseguran que todos ellos están ilesos. Hasta el momento ninguna autoridad encargada de la búsqueda confirma la liberación de las seis personas, que para la PGR siguen en calidad de desaparecidas, señaló Ríodoce en su portal.

El mismo lunes la Procuraduría General de Justicia de Jalisco confirmó la identidad de algunas de las seis personas y atribuyó el levantón a un grupo delictivo que opera en la región, refiriéndose al CJNG.

En 2009 el juez Rubén Castillo, del distrito norte de Illinois, emitió una orden de aprehensión contra Alfredo Guzmán Salazar, acusado de importar droga a Estados Unidos desde Colombia, Perú, Bolivia, Panamá, Venezuela, Costa Rica, Honduras y México.

Según el expediente 1-09- CR-00383, Alfredo Guzmán no sólo coordinaba el trasiego de droga a Estados Unidos, sino también garantizaba el pago por la venta de los enervantes. El dinero era regresado a México, particularmente a Culiacán, Sinaloa.

Fuentes del gobierno de Estados Unidos señalan a este hijo de El Chapo como quien coordinaba la logística para el trasiego de droga y trabajaba para su padre, pero también para Ismael El Mayo Zambada.

Al parecer los jefes del CJNG les habían advertido a los del cártel de Sinaloa que no pisaran su territorio, especialmente Jalisco, porque los iban a levantar. Algunos de los jefes de esta organización criminal sacaron a sus familiares de esta región, por temor a sufrir atentados.