Río de Janeiro.

María del Rosario Espinoza es la primera mexicana en conseguir tres medallas en el mismo número de ediciones consecutivas en Juegos Olímpicos.

La sinaloense fue la única que dio la cara por el prometedor taekwondo mexicano en Río 2016 al conseguir la presea de plata, luego de perder el combate decisivo de la categoría mayor a 67 kilogramos con la china Zheng Shuyin, en su segunda final olímpica.

Siempre que competí quería tener esa medalla en mi cuerpo y al final la pude lograr, no la de oro, como yo quería, pero me quedo con la de plata, dijo resignada María en al pie del tatami en la Arena Carioca.

Siempre consideré tener tres medallas olímpicas. La vida me ha enseñado muchas cosas y esta es parte de eso, comentó la ganadora de oro en Pekín 2008, bronce en Londres 2012 y que anoche se colgó la plata en Río 2016 para convertirse en la primera mexicana en ganar tres preseas consecutivas en Juegos Olímpicos. El clavadista Joaquín Capilla ya lo había logrado.

El trayecto

La sinaloense llegó a la final tras vencer a la filipina Kristie Elaine Alora, con holgura de 4-1, pero libró los cuartos de final y la semifinal en combates cardiacos, que superó en puntos de oro ante oponentes de mayor estatura: la marroquí Wiam Dislam y la estadunidense Jackie Galloway, respectivamente.

En desventaja ante Dislam, que iba 2-0 hasta unos segundos antes de terminar el tercer round, Espinoza sacó su experiencia, consiguió igualar 2-2 y forzó el punto de oro, que terminó ganando por 1-0.

En la semifinal, ni ella ni su rival, la mexicano-estadunidense Galloway, arriesgaron demasiado. Terminaron sin puntos los rounds reglamentarios y tampoco hubo punto de oro. La mexicana fue declarada ganadora por superioridad y se colocó de esa forma en la final.

En el enfrentamiento por el título, María tuvo un combate muy complicado que no pudo descifrar ante Shuyin, quien con sus 1.88 metros de estatura –15 centímetros más alta que ella–, le tenía prácticamente impedido atacar y sólo le quedaba esperar a la defensiva para marcar.

La china, quien ya la había vencido en diciembre pasado en el preolímpico de la Ciudad de México, mostró un estilo reservado, y en espera del descuido su larga pierna fue la mejor arma para no dejar pasar golpes de la mexicana. Terminó con puntuación de 1-0 a favor de la asiática.

Para el segundo periodo, la originaria de La Brecha, Sinaloa, tuvo que arriesgar y buscó en todo momento conseguir el punto que no llegó.

Ante un gimnasio repleto, María salió por todo y comenzó a trabajar en busca del estallido. La china se protegió bien e impidió que dos patadas llegaran a su humanidad con certeza.

Ante la extinción del tiempo, la china, con ventaja de 1-0, esperó el momento preciso y atacó. Fueron cuatro contactos al cuerpo de María Espinoza, que alcanzó a conectar en el último segundo para 5-1, pero el oro se desvaneció.

La arena se entregó a la mexicana a la voz de ¡Maia, Maia, Maia!; ni bien llegaba al vestidor cuanto ya aparecían los mensajes de felicitación para la considerada mejor deportista mexicana de todos los tiempos, sin faltar los del presidente Enrique Peña Nieto, quien más temprano se dirigió al clavadista Germán Sánchez, también ganador de plata, y al pentatleta Ismael Hernández, con histórico bronce.

“No solo has ganado la #plata, hoy pasas a la historia como una de las más grandes. Felicidades, @MariEspinozaTKD. Por tu fuerza y entereza”, escribió el jefe del Ejecutivo mexicano.

Aunque lucía fatigada, la mexicana, de 28 años, indicó que desconoce su futuro hacia un cuarto ciclo olímpico.

No sé si llego a Tokio 2020, pero no tengo intención de retirarme todavía. No tengo planes, ahorita tengo que disfrutar la medalla con mi familia, que me vino a ver. Todavía no sé eso, necesito pensar si mi corazón, mi cuerpo y mi mente quieren otra medalla, dijo.