Nochixtlán, Oax.

Pobladores de Nochixtlán conmemoraron la noche del jueves el segundo mes de la agresión policiaca sufrida el 19 de junio pasado, que se saldó con ocho civiles muertos y más de un centenar de heridos de bala. Ante la falta de una investigación judicial sobre la incursión policiaca, un joven, quien se identificó únicamente como un sobreviviente, advirtió durante el mitin que las autoridades preparan ya una versión fabricada, que terminará por inculpar a los propios agredidos.

Nos están tratando de voltear las cosas. Van a decir que Nochixtlán es un pueblo de guerrilleros, que fuimos nosotros los que disparamos contra nuestra propia gente. A todos ustedes les consta que nosotros sólo nos defendimos con palos y piedras, con agua con vinagre, trapos húmedos para detener sus balas y sus gases lacrimógenos.

El acto fue organizado por el recién creado Comité de Víctimas 19 de Junio por la Verdad y la Justicia, en el cual están representados los familiares de los ocho caídos durante la incursión policiaca, los lesionados y demás afectados, todos ellos originarios de la región Mixteca.

En medio del bullicio por la fiesta patronal de los nochixtlecos en honor a la Virgen de la Asunción, las víctimas de la agresión, maestros de la sección 22 y algunos grupos populares del estado se hicieron presentes en solidaridad. En el kiosco de la plaza principal se montó una pequeña galería fotográfica con escenas de la confrontación, incluidas las ya muy conocidas imágenes de los uniformados de la Policía Federal y la policía estatal accionando sus armas de fuego contra la población. A lo alto colgaron una manta que señala al alcalde municipal de Nochixtlán, ausente del pueblo desde el día del desalojo: Daniel Cuevas Chávez, el presidente municipal que entregó a su pueblo a merced de los oficiales. ¡Ni perdón ni olvido!

Además de veladoras y flores, dispusieron al frente del kiosco ocho sillas vacías con las imágenes de cada uno de los muertos durante esa agresión. Durante el acto tomó el micrófono José Luis Aquino, cuyo hermano Anselmo –un joven plomero y electricista de oficio, con dos hijos pequeños– murió de un balazo que le entró por la barbilla y se le alojó en el pulmón. Estas sillas están vacías no sólo aquí, sino en cada una de nuestras casas, en la mesa del desayuno, de la comida y de la cena, en cada una de nuestras casas falta un padre, un hermano, o un hijo, dijo Aquino, quien radica en la comunidad vecina de Tlaxiaco. El joven relató que él y tres de sus hermanos llegaron a Nochixtlán aquel domingo para celebrar juntos el Día del Padre. Estaban en un local al costado de la carretera, justo en el sitio donde se produjo lo más intenso de la balacera, aproximadamente a mediodía, varias horas después de que la Policía Federal había desalojado el retén de maestros que tenía bloqueada la vía. Los hermanos y una docena de personas intentaron resguardarse atravesando un campo de cultivo. En ese lugar tres de sus hermanos cayeron muertos, sólo José Luis salió ileso. Aquino acusó que desde ese día ninguna autoridad, ni estatal ni federal ni legislativa, se ha tomado la molestia de hablar con las víctimas y los sobrevivientes.

Por su parte, el joven que habló en nombre de su pueblo sin identificarse también señaló la campaña mediática que no ha amainado contra el magisterio y los pobladores: Nosotros salimos a defender a los maestros que eran agredidos. Por eso nos han dicho metiches, revoltosos. Nunca nos van a entender ni lo intentan, porque no sienten el dolor y la humillación que nosotros sentimos.

En el mismo sentido se pronunció la maestra de la sección 22 Juana San Román, quien da clases en la telesecundaria y que fue electa en asamblea como dirigente del Comité de Víctimas.

Sabemos de antemano que nos van a denostar. Van a decir que éramos nosotros los que estábamos armados, hacia allá apunta la nueva verdad histórica de la Procuraduría General de la República. Pero no nos van a amedrentar. No vamos a dar ni un paso atrás en nuestra lucha y seguiremos exigiendo juicio político al gobernador Gabino Cué y al secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Jorge Alberto Ruiz Martínez, la destitución del alcalde Daniel Cuevas Chávez y la anulación del nombramiento del diputado federal electo, Erminio Santos Chávez, hermano del alcalde y político priísta cercano al ex gobernador Ulises Ruiz.