Río de Janeiro.

El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva aseguró que no tiene miedo de ser detenido en el contexto de la operación Lavado de auto, en la que él y la suspendida mandataria Dilma Rousseff son investigados por su probable participación en la trama de corrupción en Petrobras.

No tengo miedo de que me aprehendan. Estoy consciente de que no tienen ninguna acusación, estoy seguro de mi inocencia. Vamos a esperar con la mayor tranquilidad posible, aseguró a la cadena BBC Brasil.

Según las investigaciones de la policía federal, que comanda el juez Sergio Moro, Lula podría haber sido el arquitecto de la trama en Petrobras y beneficiarse con un departamento en Guarujá y una finca en Atibaia, en el estado de Sao Paulo.

Lula ha negado las acusaciones y señala ser víctima de un proceso de calumnia, con el objetivo de intentar echarlo de la vida política del país rumbo a las elecciones generales de 2018, cuando podría volver a ser candidato.

No tengo que ofrecer disculpas. Eso tiene que hacerlo quien está inventando las acusaciones. El Partido de los Trabajadores (PT) sigue siendo el instituto político de mayor credibilidad electoral, incluso después de siete años de masacre.

Sobre el juicio político que enfrenta Rousseff, el cual entrará en la recta final la semana próxima, Lula ha remarcado que se trata de un golpe parlamentario, porque una mayoría se juntó para apartarla del poder.

Aseguró que el presidente interino, Michel Temer, y quienes lo apoyan saben perfectamente que lo que están haciendo es ilegal, porque la mandataria no cometió ningún delito.

Lula alabó la valentía de Rousseff al decidir acudir personalmente al Senado el próximo 29 de agosto para defenderse de las acusaciones y colocarse delante de Judas Iscariote, en referencia a sus antiguos aliados políticos que la traicionaron.

Por su parte, Rousseff aseguró que se defenderá con naturalidad en la investigación que el Tribunal Supremo Federal ha abierto para determinar si ella y Lula cometieron el delito de obstrucción a la justicia.

La investigación, iniciada formalmente esta semana, pretende averiguara si el nombramiento frustrado de Lula como ministro de la Casa Civil tuvo como objetivo blindarlo de la investigaciones de la operación Lavado de auto, la cual se hizo pública el 14 de marzo de 2014 y cuyo objetivo fue indagar un sistema de lavado de dinero sospechoso de mover más de 10 mil millones de reales brasileños (más de 3 mil millones de dólares).

Por otra parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos pidió explicaciones al Senado, a la Cámara de Diputados y al gobierno brasileño sobre el proceso de impeachment contra Rousseff.