El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, dijo que el gobierno federal debe hacer honor a su compromiso explícito de que el próximo lunes, cuando da inicio el ciclo escolar, no haya un solo plantel que no empiece labores, así sea mediante el uso de la fuerza pública.

Me parece que es una obligación impostergable del Estado mexicano hacer valer el estado de derecho, porque si bien es cierto que son graves las afectaciones en la economía con los actos violentos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), lo que no podemos permitir es que esos daños lleguen a lo más sagrado, que es el derecho a la educación de los niños y de los jóvenes de México, dijo durante el foro empresarial anticorrupción organizado por el organismo.

En breve entrevista, previa a su participación en el último día del foro que dio inicio este miércoles, De Hoyos dijo que preservar el estado de derecho significa que no haya bloqueos en las carreteras, que no se obstaculicen las operaciones de los puertos, que los comercios puedan abrir, pero antes que otra cosa, significa que un derecho humano fundamental, como es la educación, pueda recibirse sin cortapisas y sin limitaciones en todos los estados de México. Aseguró que tal derecho es probablemente la conquista más importante a 100 años de la Revolución Mexicana.

Sobre el anuncio de la CNTE de no reiniciar clases en algunos estados este lunes 22, el presidente de Mexicanos Primero, Claudio X González Guajardo, dijo que es una decisión equivocada, egoísta y mezquina, tratando de defender una posición política, económica y de poder para seguir chantajeando al Estado nacional, con la que dejan a los niños sin clase.

Durante su participación en el foro anticorrupción, organizado por la Coparmex, el dirigente informó que acababa de recibir noticias de que un tribunal colegiado confirmó una sentencia de un juez que dice que los maestros que el año pasado dejaron sin clases a los niños en Oaxaca deben ser despedidos, a lo que siguió un sonoro aplauso de los empresarios reunidos en un salón del hotel Hyatt Regency, donde se llevaba a cabo la ponencia.