San Francisco.

El servicio estadunidense de transporte vía teléfono inteligente Uber aceleró este jueves su marcha hacia el desarrollo de automóviles sin chofer.

En Estocolmo el constructor automotor sueco Volvo anunció una alianza con Uber para ofrecer desplazamientos en automóviles autónomos, para lo que prevén una inversión conjunta de 300 millones de dólares.

Esto implicará que Uber añadirá los sistemas de conducción autónoma que desarrolló él mismo con un vehículo Volvo como base, precisó el grupo sueco en un comunicado.

Volvo hace pruebas en un auto autónomo en las calles de la ciudad sueca de Gotemburgo y Uber hace lo mismo en Pittsburgh, Estados Unidos, con un modelo fabricado por la estadunidense Ford.

Uber no dijo cuántos autos serán desplegados en esas pruebas, pero el diario The Wall Street Journal mencionó que serían una centena de Volvo XC90.

La asociación de Uber con Volvo no sólo tomó en cuenta la calidad de sus autos sino también la imagen de seguridad que tiene esa marca. Más de un millón de personas mueren en accidentes de auto cada año. Esas son tragedias que las tecnologías de conducción autónoma pueden ayudar a evitar. Pero nosotros no podemos hacerlo solos, dijo el presidente de Uber, Travis Kalanick. Volvo es líder en términos de desarrollo y es de primera clase en lo que hace a la seguridad, agregó.

Adquiere la firma de tecnología Otto

Uber no se detuvo ahí: también anunció este jueves la adquisición de la firma Otto, especializada en tecnologías de conducción autónoma, para seguir avanzando en el desarrollo de automóviles sin conductor.

Varias empresas dicen vislumbrar la utilización de ese tipo de autos como taxis. Según sus promotores, esos vehículos no sólo reducirán la mortalidad en el tráfico sino que, además, descongestionarán las calles y reducirán la contaminación.

Los coches autónomos son uno de los objetivos principales de las investigaciones de la industria automotriz. Los fabricantes rivalizan por presentar autos capaces de conducirse solos. Ford y el alemán BMW tienen como objetivo comenzar a fabricarlos en 2021. Además de esas corporaciones tradicionales, emblemas de la Internet como Alphabet (Google) y Apple exploran también esa tecnología.