Ceruti y Schmidt colman de alegría a los aficionados locales
Viernes 19 de agosto de 2016, p. a39
Río de Janeiro.
La pareja brasileña formada por Alison Ceruti y Bruno Schmidt ganó este viernes la medalla de oro en el volibol playa masculino de los Juegos Olímpicos de Río 2016. La dupla local se impuso en la final por la vía rápida a los italianos Paolo Nicolai y Daniele Lupo, en dos sets, con parciales de 21-19 y 21-17.
En el estadio Copacabana, el título olímpico de este deporte que Brasil –sobre todo Río– vive como suyo regresó al gigante sudamericano desde que los hombres lo saborearan por primera vez en Atenas 2004.
Aunque acabó en una fiesta espectacular, y con el público desatado durante los últimos puntos de Alison y Bruno, los brasileños comenzaron atenazados por el vértigo de la historia, dando ventaja a unos italianos que creyeron por momentos que podían dar la sorpresa.
Los favoritos retomaron el rumbo del partido para acabar dándole a los organizadores uno de sus oros más deseados, el quinto en Río-2016, y lanzar a Copacabana a una fiesta.
De esta forma, los anfitriones de la cita cuatrienal cumplieron con creces lo que la población local esperaba: conquistar una medalla de oro que saboreaban como suya desde el inicio del certamen olímpico, en uno de los escenarios de mayor belleza donde se haya realizado alguna competencia de este deporte.
Los aficionados que siguieron en el lugar las actividades no pararon ni un instante de emocionarse, ya que fue un duelo con buena dosis de emotividad, ya que los rivales europeos por momentos se defendieron e inclusive pusieron en más de una ocasión en aprietos a los anfitriones, que en el final pudieron resolver en su favor.
Bastaron dos sets muy disputados para que los de casa demostraran por qué este deporte está considerado, sobre todo en esta parte de Brasil, como una actividad donde no podían permitirse que otro país les arrebatara la presea dorada.
Aunque nunca será un buen bálsamo la victoria de un equipo ante la derrota sufrida por sus compañeros, en este caso el triunfo de los varones apacigua el dolor por la derrota de las mujeres, la víspera, ante las alemanas.