Los nadadores vandalizaron el baño de una gasolinera y fueron obligados a pagar los daños
Viernes 19 de agosto de 2016, p. 7
Río de Janeiro.
La policía brasileña concluyó que el nadador Ryan Lochte y tres de sus compañeros del equipo estadunidense inventaron la historia de que fueron asaltados a punta de pistola debido a un altercado que causaron en una gasolinera.
No hubo un asalto. Las imágenes no muestran ningún tipo de violencia contra ellos
, dijo el jefe de la policía Fernando Veloso y señaló que, por el contrario, los deportistas realizaron vandalismo en el lugar.
Lochte, poseedor de 12 medallas olímpicas, Jack Conger, Gunnar Bentz y Jimmy Feigen denunciaron haber sido robados a mano armada por hombres vestidos de policía en la madrugada del domingo, cuando regresaban en taxi a la Villa Olímpica tras haber asistido a una fiesta en la Casa Francia. Inclusive, Ryan dijo que lo habían amenazado con un arma en la cabeza.
El incidente provocó una fuerte indignación en plenos Juegos Olímpicos y preocupó a las autoridades en esta ciudad conocida por sus elevados niveles de criminalidad. Sin embargo, la justicia encontró contradicciones entre los testimonios.
El jefe de policía sostuvo que la investigación está en curso y que es necesario escuchar a todos los testigos y protagonistas para deslindar responsabilidades y decidir si serán acusados de algún delito. La policía ya escuchó al taxista que los transportó y a los agentes de seguridad de la gasolinera, entre otros. En teoría, (los nadadores) podrían terminar respondiendo por falsa comunicación de crimen y daño al patrimonio
, afirmó Veloso.
La policía interrogó ayer a Conger y Bentz, luego de bajarlos la noche del miércoles del avión en el cual pretendían regresar a su país. Veloso dijo que Ryan era el más exaltado por estar bajo el efecto de bebidas
alcohólicas. Después de estar detenidos unas horas, ambos fueron liberados.
Lochte es el único de los cuatro que se encuentra en Estados Unidos, mientras que no se informó del paradero de Feigen.
La policía informó que uno de los nadadores trató infructuosamente de abrir la puerta de un baño en la estación. Luego, sus compañeros empujaron la puerta y la rompieron. Imágenes de circuito cerrado muestran a los deportistas causando algunos destrozos en el baño.
Después, llegaron dos guardias de seguridad, quienes les impidieron retirarse del lugar al apuntarles con sus armas.
El gerente de la gasolinera se presentó después. Con ayuda de un cliente que tradujo entre el portugués y el inglés, les exigió que pagaran la puerta dañada. Tras una discusión, los deportistas pagaron una suma desconocida y se marcharon.
Según el funcionario, Conger y Bentz admitieron que la historia del robo fue un invento.
Lochte mintió primero sobre el robo durante una llamada telefónica con su madre Ileana, quien habló con la prensa. Ello derivó en la gran cobertura de la prensa sobre lo ocurrido y llamó la atención de la policía.
Por otra parte, un atleta británico fue asaltado a mano armada el pasado martes por la noche cuando regresaba a la Villa Olímpica. La delegación se reservó la identidad de la víctima.
