El dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero Deschamps, se ha convertido en el gran intocable del país, pese a las múltiples denuncias penales que pesan en su contra, de las cuales la mayoría se han interpuesto ante la Procuraduría General de la República (PGR), pero no han tenido seguimiento y duermen en esa instancia.

La Gran Alianza Nacional Petrolera señaló lo anterior en una carta que envió a la titular de la PGR, Arely Gómez González; el director general de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya, y otras dependencias.

Es inconcebible, sostiene la organización, que ante la evidente corrupción que ha inundado al STPRM y frente a las múltiples denuncias documentadas contra Romero Deschamps –por desvío de recursos públicos opacidad en el manejo de fondos sindicales, venta y negociación de plazas y fichas de trabajo, así como robo de recursos, entre otras–, el dirigente se mantenga impune.

El gremio opositor del sindicato petrolero demandó que se cumpla lo dicho por el presidente Enrique Peña respecto de que “en México no hay intocables, ni privilegios, ni compadrazgos, ni nadie debe estar por encima de las leyes…” y expuso que las leyes de transparencia y anticorrupción no podrán ser creíbles en tanto el más claro ejemplo de corrupción del país –el líder del STPRM– se mantenga impune.

Se han interpuesto un sinnúmero de demandas penales contra Romero Deschamps, las cuales se han sustentado con pruebas documentales que demuestran que el dirigente y su comité ejecutivo nacional han incurrido en prácticas que van desde el uso ilícito de recursos públicos, pasando por violación de estatutos, fraude, robo de bienes propiedad de la nación, hasta actividades ilícitas como venta de plazas. Incluso ha habido órdenes de aprehensión, las cuales extrañamente no se ejercieron, expuso la Gran Alianza, que encabeza Jorge Fuentes García.

El dirigente opositor hizo un llamado para que se cumpla con la palabra empeñada por este gobierno respecto de que se lleven a cabo acciones contra la corrupción y sostuvo que la transformación de Pemex será imposible de cumplir si no cambia la dirigencia actual del sindicato, permeada por la ilegalidad, así como la vida gremial de sus trabajadores, pero ésta dentro del marco legal establecido en la nueva Ley Federal del Trabajo, que habla de la necesaria transparencia y rendición de cuentas.

Para esta organización es fundamental que se acabe con la simulación, el latrocinio, la venta y la negociación de plazas y fichas, puestos de medio y alto nivel, entre muchas otras irregularidades.