No afectará derechos laborales ni condiciones de trabajo, dice
El funcionario inaugura, junto con el SNTE, foro de consulta
Martes 16 de agosto de 2016, p. 3
La aplicación del nuevo modelo educativo no afectará los derechos laborales ni condiciones actuales de trabajo del magisterio nacional, aseguró el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer.
Al inaugurar el Foro de consulta sobre el modelo educativo y la propuesta curricular para la educación obligatoria, el funcionario pidió a los maestros ‘‘no temer’’ al nuevo modelo, pues sólo busca, en conjunto con los actores educativos y la sociedad en general, mejorar la calidad de la educación en el país.
Ante la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), convocada al salón Hispanoamericano de la SEP, el secretario Nuño Mayer explicó los ejes y pilares en los que se basa la propuesta gubernamental del nuevo modelo educativo, pero que todavía está a consulta.
Informó que de acuerdo con el cronograma previsto, el nuevo modelo será aplicado en el ciclo escolar 2018-2019, con la elaboración de nuevos planes de estudio, nuevos libros de texto, renovados planes de formación en las escuelas normales y una amplia socialización de dicho modelo entre el magisterio nacional.
Explicó que la SEP lleva a cabo una consulta para la elaboración y diseño de este nuevo modelo, por lo que se han realizado foros con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el Congreso de la Unión, expertos en el tema, y ahora el sindicato magisterial.
Informó que cuando concluya este proceso de consultas será el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) el que sistematice toda la información y propuestas recibidas, a fin de que el procedimiento sea mucho más transparente y exista la confianza de que todos los puntos que se hayan vertido en estos foros sean tomados en cuenta.
En su intervención, el secretario Nuño celebró la existencia y compromiso del SNTE que, ‘‘defendiendo los derechos de los maestros del país, no ha afectado el interés superior de los niños a tener una educación’’, en aparente comparación con la disidencia magisterial de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Por su parte, el presidente nacional del SNTE, Juan Díaz de la Torre, señaló que la influencia que ejercen los intereses políticos, económicos y comerciales es uno de los problemas que ha impedido el éxito de las reformas educativas llevadas a cabo en todo el mundo.
Además, advirtió que ‘‘la educación no debe ser un campo de batallas ideológicas, ni disputas políticas y menos partidistas. Estamos en una situación extraordinaria, quizás frente a la última oportunidad para hacer acopio de nuestros talentos, nuestras experiencias y nuestros recursos para cambiar la situación actual’’.
Frente al secretario Aurelio Nuño, el líder del SNTE dijo que estos fracasos de los modelos educativos se deben a que quienes ejercen esos intereses desconocen a ciencia cierta el funcionamiento del sistema educativo y de las escuelas, las formas de aprendizaje de los alumnos o los esfuerzos de los docentes por mejorar constantemente sus métodos y prácticas de enseñanza.
Explicó que este desconocimiento muchas veces explica el hecho de que estos grupos busquen a toda costa imponer ideas equivocadas o sesgadas sobre los objetivos y sentido del cambio que necesita la educación.
Sin mencionar directamente a las organizaciones empresariales u organismos civiles que han señalado permanentemente a los maestros de ser los principales responsables de la calidad de la educación en el país, Díaz de la Torre aseguró que es precisamente este tipo de influencias e ideas equivocadas las que propician que no se avance en la dirección correcta en el mejoramiento de la calidad de la educación.
En el foro, el líder magisterial dijo que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación reconoce en su justa dimensión las debilidades del sistema educativo. Sin embargo, dijo no compartir la visión y las posiciones de quienes todos los días ‘‘reviven obsesivamente el pasado y se lamentan intensamente del presente, porque con ello difícilmente podremos imaginar y construir un futuro más prometedor’’.