El comediante dictó una charla en el contexto de la muestra ¿Actuamos como caballeros...?
Lunes 15 de agosto de 2016, p. a15
Con casi 70 años de trayectoria en cine, teatro y televisión, el actor y comediante Sergio Corona celebró rencontrarse con el legado de sus colegas en la exposición ¿Actuamos como caballeros o como lo que somos? El humor en el cine mexicano, en la Cineteca Nacional, particularmente a Joaquín Pardavé
, a quien, con voz entrecortada por el sentimiento, recordó como el actor más completo
y al que admiro mucho
.
Artista versátil, Pardavé además de ser compositor, cantante, bailarín, hacía interpretaciones de árabe, de español, de mexicano de pueblito, de muchos personajes que le vi y le admiré
, abundó Corona, en cuyo caso fue la pasión por la música lo que impulsó su incursión al medio artístico como bailarín, algo que no programé, sino que ha sido una coincidencia fortuita
.
Durante una charla sobre el humor en el cine mexicano con José Antonio Valdés Peña, subdirector de Información y Proyectos Especiales de la Cineteca, Corona hizo un recorrido por su carrera y evocó sus participaciones en la cinematografía nacional. El actor hidalguense, quien destacó que la risa es la defensa del presente, compartió que si bien durante su etapa de estudiante participó en los festivales escolares interpretando canciones o con algún escketchito que me ponían los maestros, no porque pensara que quería ser artista. Nada de eso: era como una identificación personal con la vida
.
Fue su descubrimiento de los salones de baile, a los que comenzó a asistir cuando tenía entre 16 y 17 años de edad y que lo alejaron de los estudios cuando cursaba el segundo año de secundaria, el que trazó su camino hacia el mundo de la actuación, del que se siente muy afortunado en la forma en que se ha ido presentando, con humor, con ambiente festivo
.
Relató: Me metía a bailar en los salones, (pero conforme) avanzaba el tiempo me iba acercando a la orquesta y terminaba tocando las maracas, las claves o los güiros
junto a los músicos. Así surgió su amistad con los directores de orquesta Luis Arcaraz y Gamboa Ceballos, además del compositor Juan García Esquivel.
Esa experiencia y su gusto por la danza lo llevaron a tomar clases de técnica de baile en Bellas Artes, y posteriormente a trabajar en teatros, como el Follies Bergere, donde hacían lo propio comediantes como Germán Valdés, Tin Tán; Jesús Martínez, Palillo –a quien en la charla calificó de fantástico por su soltura, su ingenio y su valor, porque hacía crítica política muy importante
–, y Los Trincas –grupo del que formó parte Gaspar Henaine, Capulina–, artistas que también integran la exposición en el inmueble de Xoco. Me emociona verlos, me llenaron de recuerdos
, señaló el comediante.
Hay que buscar el ritmo en todo lo que se hace
En el cine, Sergio Corona trabajó al lado y con la dirección de Fernando Soler en el filme El grito de la carne (1951); con la actriz Fannie Kaufman, Vitola, hizo Viaje a la luna (1958), dirigida por Fernando Cortés, en la que también actuó Alfonso Arau; Lola de mi vida (1965), una de las historias de la película Amor, amor, amor, dirigida por Miguel Barbachano-Ponce, apoyado por el escritor colombiano y premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien nos acompañó en toda la filmación
, contó.
Hace poco más de una década el actor hildaguense participó en el largometraje Club eutanasia (2005), bajo la dirección de Agustín Tapia, en la que comparte créditos con Ofelia Medina, Eduardo Manzano y Xavier López, Chabelo. Aunque por ahora no ha hecho otra cinta, afirmó que volvería al séptimo arte, pero sólo si le ofrecen una participación digna
.
Asimismo, a las nuevas generaciones de comediantes, con el auge del stand -up, el ex bailarín recomendó: Hay que estudiar, que observar cómo se conduce cualquier persona en la calle, en su profesión, cómo se viste, cómo habla, que ritmo tiene. Hay que buscar el ritmo en todo lo que haces
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