ermítaseme seguir comentando algunas de las tesis de los expertos de la Agencia Internacional de Energía sobre las renovables (IEA, por su siglas en inglés) (Renewable Energy, Medium-Term Market Report 2015, Market Analysis and Forecast to 2020). Aseguran que bajos precios del petróleo no son obstáculo para el desarrollo de las fuentes renovables de energía (Por cierto, nuestra mezcla cerró en 38.22 dólares por barril el viernes pasado y ya promedia 33 en el año). En todo caso bajos precios de crudo compiten con biocombustibles en el transporte y con formas renovables en la producción de calor de proceso.
En la de electricidad impactan el ámbito de las plantas de combustión interna utilizadas en los momentos de demanda máxima. Y en el de los ciclos combinados a gas natural en países en los que el precio del gas está vinculado al precio del crudo, como el gas natural licuado importado en Europa y Asia. Por el contrario, aseguran que el gran optimismo sobre el futuro de las renovables en la producción de electricidad se sustenta en una franca tendencia a la disminución de los costos, en lo fundamental de las fuentes solar fotovoltaica y eólica tierra adentro.
En todo caso –concluyen– la incertidumbre sobre el futuro de estas tecnologías en la industria eléctrica en el mundo se vincula a las modificaciones que experimenten –en un sentido regresivo– las políticas gubernamentales de impulso a las renovables y abatimiento de emisiones de gases de efecto invernadero, la famosa descarbonización. También al diseño adecuado de los mercados eléctricos en los que se entregará, bajo esquemas de competencia, la electricidad producida. A este respecto, por ejemplo, son muy interesantes cinco artículos publicados en el forum de The Oxford Institute for Energy Studies (https://www.oxfordenergy.org/ publications/oxford-energy-forum-issue-104), precisamente sobre la problemática vinculada a la incorporación de renovables a los sistemas eléctricos y a su manejo en mercados mayoristas. Son artículos escritos por especialistas muy reconocidos, algunos de ellos vinculados al que hace varios años fue un proyecto innovador en el análisis de las transformaciones de la industria eléctrica coordinado por especialistas del MIT y de la Universidad de Cambridge. Y en coincidencia con los especialistas de la IEA, postulan diversas tesis sobre los cambios que deben experimentar los mercados eléctricos de hoy para incorporar eficientemente y en un marco de confiabilidad y seguridad a las renovables.
Pero regresemos a describir brevemente la tendencia de los costos de instalación de renovables en el mundo que indican los expertos de la IEA. Ofrecen datos de ocho tecnologías para generación de electricidad: bioenergía, geotermia, hidroelectricidad, energía oceánica, aerogeneradores en el mar, aerogeneradores tierra adentro, solar fotovoltaica y solar térmica. Las dos que se reconocen con mayor dinamismo en cuanto a su baja de costos son, precisamente, los aerogeneradores tierra adentro y la solar fotovoltaica.
Los anuncios más recientes sobre instalaciones contratadas a través de las tres figuras usuales hoy (preferred bidders o licitadores preferentes; power purchase agreement o acuerdos de adquisición de largo plazo; y feed in tariff o tarifas preferentes para renovables) muestran los siguientes datos. Para los aerogeneradores tierra adentro (onshore wind) se registran valores de entre 40 y 50 dólares por Megavatio-hora (dll./MWh). En Egipto y Estados Unidos, por ejemplo. Y alcanzan hasta cotizaciones de entre 80 y 90 dll./MWh en China. Incluso ya cerca de 100 dll./MWh, en algunos casos de Alemania. Para la solar fotovoltaica (Utility solar PV) de entre 60 y 70 dll./MWh. Son resultados de licitaciones en Estados Unidos, Jordania, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos. Y llegan a valores de entre 90 y 100 dll./MWh. En Alemania, India y Uruguay. Y, sin embargo, en uno y otro caso la tendencia que muestran estas licitaciones se orienta a costos de producción menores, con plazos de recuperación y tasas de descuento similares.
En la primera subasta en México las ofertas de compra de Energía Eléctrica Acumulable (por definición legal proveniente de energías limpias) que formuló CFE-Suministro Básico (único suministrador básico hoy y único autorizado a formular estas ofertas) en lo fundamental estaban entre 707 y 884 pesos por MWH. Un rango de entre 40 y 50 dll./MWh con tipo de cambio de 17.50 pesos por dólar. A estas ofertas correspondió –según resultados oficiales– una cotización ponderada triunfante del orden de 40 dólares por MWh.
Ya para la segunda subasta las nuevas ofertas de compra –también en lo fundamental– están entre 500 y 750 pesos por MWh. Equivalen a valores de entre 29 y 41 dll./MWh, con tipo de cambio de 18.50 pesos por dólar. Casi 10 dólares menos que la primera subasta. Ya veremos los resultados el 30 de septiembre próximo.
Pero aclaremos algo. No es el costo total implicado en la incorporación de las renovables al sistema eléctrico. ¿Por qué? Porque la garantía de confiabilidad y seguridad de suministro implica otros costos. Los vinculados –lo veremos próximamente– a su conexión a la red, el manejo adecuado de su intermitencia, su volatilidad, su dispersión y, en última instancia, la incertidumbre que suponen. En este caso de la solar fotovoltaica y la eólica tierra adentro. Sí, se requieren nuevos mecanismos de coordinación y control de la generación y del suministro. Imagínese usted el caso alemán en el que se propone 80 por ciento de electricidad renovable en 2050. Interesante. Sin duda.