La esgrimista Ibtihaj Muhammad acudió a Río determinada a mostrar al mundo que el deporte es un lugar en el que los musulmanas de Estados Unidos pueden sobresalir. Muhammad, quien se convirtió en la primera deportista estadunidense en competir en Juegos Olímpicos con un hiyab (velo sobre cabeza y cuello), ganó el tercer lugar de sable por equipos, al derrotar, junto con Dagmara Wozniak y Mariel Zagunis a la tripleta italiana 45-30, mismo marcador con el que Rusia ganó el oro al vencer a Ucrania.