Las relaciones entre México y China pasan por un extraordinario momento, inmejorable, en lo económico, político y cultural, a unos meses de cumplirse el 45 aniversario del restablecimiento de vínculos entre ambos países, destacó Víctor Manuel Giorgiana, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.

El diputado habló antes de comenzar la velada cultural China y México con Manos Unidas, que se realizó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, inscrita en el Año del Intercambio Cultural China-América Latina y el Caribe, así como de la visita a nuestro país de Liu Yandong, viceprimera ministra del Consejo de Estado de la República Popular China.

El festival, en el que participaron artistas de los dos países, se desarrolló horas después de la reunión en la que la viceprimera ministra china y el titular de la Secretaría de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, firmaron una declaración conjunta de cooperación cultural.

Fomentar el intercambio cultural

A la velada artística asistieron, además de la viceprimera ministra, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano; el coordinador de Asuntos Internacionales del gobierno de la Ciudad de México, Cuauhtémoc Cárdenas, y el embajador de China en México, Qiu Xiaoq.

Además del viceministro de Cultura de la República Popular de China, Luo Shugang, quien destacó que el año de colaboración en materia de cultura se celebra para fomentar el intercambio cultural y el diálogo entre China y esta región y para impulsar un mayor respeto mutuo, apreciación recíproca y el diálogo entre las culturas y el arte entre China y México.

Después de los discursos, artistas, acróbatas, bailarines y tenores ocuparon el escenario que se tiñó de todos los colores y sonidos con danzas a cargo de la Compañía de Teatro y Danza de Tianjin, acrobacias realizadas por integrantes de la Compañía Acrobática de Tianjin, la Escuela de Artes Marciales Huo Yuanjia de Tianjin, la Compañía de Teatro y Danza del Grupo de Artes Esténicas de Ningxia, la interpretación de la canción folclórica de la etnia uigur titulada Alamuhan, a cargo de los tenores Wang Zenan, Zhang Kai y Shi Guangyu, y las canciones chinas y mexicanas se unieron en la voz de Eugenia León, acompañada de esos cantantes.

Vestidos dorados, listones color rosa mexicano, acrobacias a una sola mano, sombreros que volaron por los aires para caer en manos de los bailarines/malabaristas/acróbatas, instrumentos chinos que jugaron con las notas de los cantos folclóricos de la provincia de Guangxi y La Bamba mexicana, así como una bailarina danzando de puntitas sobre los hombros y cabeza de su compañero, sin faltar las artes marciales, abanicos con las banderas de México y China, además de una danza bajo la luz de una Luna creciente proyectada sobre el escenario, y un universo de acrobacias que llenó de sorpresas la noche.