Río de Janeiro.

La esgrimista Ibtihaj Muhammad, primera estadunidense en competir en Juegos Olímpicos con el velo islámico, perdió en el segundo combate de sable individual, no obstante, se mostró satisfecha. Siento que es una bendición tener la capacidad de representar a mucha gente que no tiene voz, que no habla, dijo Muhammad. Esta experiencia simplemente ha sido notable, redondeó.

La deportista de 30 años, octava del escalafón mundial en sable, usa el velo en apego a su religión musulmana y avanzó a la segunda etapa del torneo al imponerse por 15 toques a 13 a la ucraniana Olena Kravatska, pero perdió en la siguiente fase por 15-12 ante la subcampeona del mundo en la modalidad, la francesa Cecilia Berder.

La presentación de Muhammad luciendo el tradicional hiyab le valió elogios por parte del presidente de su país, Barack Obama, quien ponderó su valor por competir en un deporte tradicionalmente de blancos y reforzar así la diversidad del equipo estadunidense.

Siento que es una bendición poder representar a mucha gente que no tiene voz, expresó Ibtihaj MuhammadFoto Ap

Pese a la derrota, la participación en la cita deportiva en la que hizo historia no ha terminado, porque el sábado Muhammad competirá en equipos junto a sus compatriotas Dagmara Owazniak y Mariel Ozagunis. Las tres se medirán a las polacas Aleksandra Osocha, Bogna Ojozwiak y Malgorzata Okozaczuk.

Esto ilustra quién ha sido ella durante toda su vida. Desde que era una niñita, nunca permitió que nadie la obstaculizara. Nunca se fijó límites, comentó el hermano de Ibtihaj, Qareeb, rebasado por la emoción cuando la vio competir. Pese a las adversidades que ha enfrentado al ser musulmana, afroestadunidense y mujer, confía en su capacidad para tener éxito. Es mi heroína.

La participación con el velo marcó un hito en Río 2016, en momentos en que el terrorismo ha nutrido la islamofobia en varias partes del mundo y especialmente en su propio país.