Para el partido Morena, es fundamental que la constitución de la Ciudad de México considere un capítulo específico en materia laboral que termine con las empresas outsourcing (subcontratantes) y los contratos de protección, y se fortalezca la libertad sindical, la protección a los trabajadores informales y se retomen los convenios internacionales que el gobierno federal ha suscrito y ratificado, pero que no toma en cuenta la Constitución Política de los Estados Unidis Mexicanos.

En conferencia de prensa, encabezada por Martí Batres, líder de ese instituto político en esta capital, la diputada constituyente electa Bertha Luján Uranga manifestó que la carta magna local debe puntualizar que el trabajo es un derecho humano, un valor, un bien social, no una mercancía, y que forma parte del patrimonio social de la ciudad, y como tal se debe atender de manera prioritaria por el gobierno.

Contratos de protección

Respecto de la negociación colectiva, la ex contralora general del Gobierno del Distrito Federal aseguró que 90 por ciento de los contratos colectivos de trabajo son de protección, es decir, firmados a espaldas de los trabajadores y entre un sindicato fantasma y una empresa, por lo que son un cáncer que se debe desterrar de la próxima legislación capitalina.

Añadió que un punto medular será establecer en la nueva constitución local la prohibición para que se contrate a empresas dedicadas al outsourcing o que practican la subcontratación, pues es una figura que se desarrolla cada vez más en el sector público, sobre todo en tareas como vigilancia y limpieza.

Bertha Luján –responsable de Morena en plasmar sus propuestas en materia laboral– dijo que las outsourcing no dan prestaciones a sus trabajadores y sus salarios son mínimos. Y adelantó que su partido propondrá que se fortalezca la inspección laboral y se pongan dientes a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo.

Aunado a ello, comentó que se dará fuerza a la libertad sindical en esta ciudad, pues incluso es parte de un convenio que México ratificó ante la Organización Internacional del Trabajo; así –dijo– los trabajadores podrán elegir al sindicato que quieran sin injerencia del gobierno o de los patrones.