Con la salida ayer de 62 locatarios, en la calle Rosario se inició la tercera etapa de rehabilitación de la Nave Mayor del mercado de La Merced, que tendrá un costo de 20 millones de pesos.

Tras la firma de un convenio de colaboración se acordó que ocupáramos los espacios balizados en la calle Rosario durante seis meses, mientras se llevan a cabo las obras, explicó Horacio Sánchez.

No habíamos dejado los locales ubicados entre las puertas 22 a 24 hasta tener la certeza jurídica de que regresaremos a nuestros lugares de trabajo, aunque perderemos dos espacios, indicó.

Carlos Vázquez, subdirector de jurídico y gobierno de la territorial Morelos, estimó que en el primer cuatrimestre del próximo año regresarán los mil 200 locatarios a sus puestos.

Hoy, cerca de 900 que salieron en las primeras dos etapas de reconstrucción se mantienen en las calles, a fin de no ver reducidas sus ventas.

Reconoció que los trabajos se atrasaron debido a que la Secretaría de Finanzas no había liberado los recursos, lo cual sucedió hace un mes.

Con los permisos otorgados por los institutos nacionales de Antropología e Historia y de Bellas Artes estamos listos para demoler y construir las cinco gaviotas (losas) afectadas por el incendio de 2013 y cambiar el sistema de drenaje, agua y luz, dijo.

Se trata, recordó, de un inmueble catalogado, cuyos trabajos los realizará la misma empresa, Multiservicios SA de CV, con lo cual se garantiza el cumplimiento de las especificaciones de los institutos y rapidez en la cimbra y colado de las losas, pues ya cuenta con los cascarones para hacerlo.

La cuarta etapa incluirá las puertas 18 a 22, donde sólo es cuestión de pintar el plafón y atender cuestiones menores, de acuerdo con un diagnóstico, indicó.

Sin embargo, comentó, están en riesgo de perderse 100 millones de pesos para la remodelación de la Nave Menor, ante la negativa de los locatarios de salir, mientras se realizan las obras.

Dicho monto es 10 veces superior al otorgado a la delegación Venustiano Carranza para atender todos sus mercados, por lo cual se mantienen pláticas con los involucrados.

Locatarios de ese mercado temen ser despojados de sus puestos, pues no existe ningún documento que avale que regresaremos a nuestros espacios comerciales, dijeron.

Además, señalaron, la calle Abraham Olvera, donde los reubicarán, está al tope de ambulantes y franeleros y carece de las condiciones para colocar refrigeradores y guardar su mercancía.