Ejido El Rosario, Mich.

Entusiasmado por reforestar la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, que se ubica en El Ejido El Rosario, Michoacán, don Antonio García García, campesino de 80 años, sembró más de una decena de árboles de oyamel.

La edad no impidió que subiera y bajara una y otra vez las pendientes del bosque, resbalosas por el lodo, pues dice que entre más alto lo plante, el árbol tiene mejores condiciones de crecimiento. Venimos a cuidar el bosque porque esta es la casa de la mariposa que llega en noviembre, comenta con una enorme sonrisa y las manos llenas de tierra.

Metros adelante María Imelda, de 65 años, a quien no le importa que esté lloviendo, carga unos seis pequeños árboles de 40 centímetros, que siembra en el santuario, el cual, asegura, es prioritario para la hibernación del insecto. La biosfera representa nuestra fuente de trabajo, pues cada año vienen miles de visitantes; la mejor forma de agradecerle es darle mantenimiento y reforestarla.

La mariposa monarca viaja cada año desde Canadá y Estados Unidos para llegar en noviembre a los bosques templados del estado de México y Michoacán, donde hibernan cinco meses.

La Alianza Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la fundación Telmex-Telcel convocaron este sábado a más de 700 personas, entre su personal, familias y comunidades de diferentes entidades del país para plantar alrededor de cinco mil nuevos árboles en la zona.

El propósito es cubrir los claros del bosque con algún grado de perturbación y permitir que la mariposa tenga un refugio adecuado que le ofrezca descansar para completar su ciclo migratorio, señala Jorge Rickards, director de programas de campo de WWF México.

“En los dos años pasados tuvimos los números más bajos, ya que la mariposa sólo abarcó 0.67 hectáreas; luego mejoró; tuvo un incremento de 1.13 hectáreas. En la última temporada, de cinco meses, logramos una cobertura de cuatro hectáreas, y digo logramos como esfuerzo internacional.

Esto ha dado una esperanza de que la monarca se esté recuperando, pero, como en cualquier población de una especie, siempre hay altas y bajas; no podemos cantar victoria.

Agregó que en América del Norte las principales amenazas para la monarca son la reducción del hábitat reproductivo en Estados Unidos, debido a la disminución del algodoncillo por el uso de herbicidas y el cambio de uso de suelo; la deforestación y degradación forestal por la tala ilegal en los sitios de hibernación en México, y las condiciones climáticas extremas en esos dos países y Canadá.

Marcos Linares, subdirector de mercadotecnia de Telcel, indicó que las fundaciones y la ONG trabajan desde 2003 en la Reserva Monarca a través de labores de reforestación que abarcan 10 mil 793 hectáreas con 11.7 millones de árboles de especies nativas, de los cuales 10.7 millones son producto de 12 viveros comunitarios.

La alianza apoya la vigilancia ambiental participativa fortaleciendo 12 brigadas comunitarias para la protección de 37 mil 500 hectáreas de bosques y el equipamiento con aparatos de radiocomunicación y uniformes a 750 ejidatarios comuneros, como en este ejido, que en la década de los 80 fue el impulsor de esta actividad económica, y donde se asientan la colonia más grande de hibernación en nuestro país, explicó.

De igual forma, añadió, apoya el monitoreo de la cobertura forestal de la zona núcleo de la reserva y de la mariposa monarca en México e impulsa la creación de negocios sustentables que generan más de 300 empleos en tres centros de formación de madera, producto del manejo forestal sustentable, 25 módulos de producción de hongo y dos de artesanías.

La reforestación, dijeron los organizadores, también beneficiará a otras especies, ya que en la reserva viven anfibios, reptiles y 132 especies de aves, así como 56 mamíferos y 423 de plantas vasculares. Los bosques de hibernación proporcionan múltiples servicios ambientales, como agua y oxígeno..