La dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) incluyó en su esquema de fortalecimiento y reconstrucción organizativa la propuesta de constituir comités municipales en todo el país y trabajar de manera especial en los estados del norte, donde el instituto es débil.

Alternativa Democrática Nacional (ADN), una de las expresiones con mayor peso político, ha reconocido en algunos de sus análisis que el partido requiere recuperar identidad ideológica como fuerza política de izquierda, después de que entró al pasado proceso electoral con una tendencia decreciente de votantes.

La corriente dio a conocer que “con dificultad las distintas expresiones coincidieron en que una de las causas más importantes del declive electoral fue la pérdida de la identidad ideológica como partido de izquierda, pues la ciudadanía nos empezó a percibir como un elemento más del establishment, similar a PRI y PAN, que al alejarse de la defensa de las causas de la gente, perdió la confianza ciudadana”.

También asumió que el partido sol azteca fue a las elecciones sin que superara la percepción social de que es igual a PRI y PAN, y sin que se haya resuelto la congruencia de las políticas de gobierno y legislativas con sus principios y programas.

El déficit de identidad se agravó por la insistencia en las alianzas con el PAN, lo que afianzó la percepción de que el PRD se corría hacia la derecha del espectro político-ideológico, aunado a que la división interna prevaleció durante las campañas, señaló ADN.

Ahora los perredistas intentan reconstruir el instituto político con acciones que les permita reposicionarse en las elecciones del siguiente año –sin descartarse del todo las alianzas con el blanquiazul–, lo que incluye fortalecer sus comités municipales y estatales.

De los primeros cuenta con mil 260, los cuales tienen al igual que en lo nacional una precaria situación financiera, ante la disminución de prerrogativas que sufrió el partido por la caída electoral de 2015.

En cuanto a los comités locales, el PRD tiene en puerta el cambio de dirigencia en la Ciudad de México, cuyo periodo concluyó hace unos meses, además de que no tiene presidente estatal en Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo y Sonora. También tiene pendiente nombrar comisionados políticos en 12 estados donde su votación histórica es inferior a 12 por ciento.