Mermelada cada tercer día es una adaptación de varios textos del escritor inglés
Se utilizan elementos de ilusionismo mágico y videomapping
Acercar al personaje de Alicia a la crisis social y política que vivimos, finalidad del montaje, indica la directora Ana María Aparicio
Viernes 5 de agosto de 2016, p. 9
La obra de Lewis Carroll es una metáfora de la confrontación con el principio de realidad, que provoca un rompimiento en nuestro ser, afirma Ana María Aparicio en torno a Mermelada cada tercer día, adaptación de varios textos del autor inglés.
Esa propuesta, que utiliza elementos de ilusionismo mágico y videomapping (proyección de imágenes para conseguir un efecto artístico), se escenificará desde mañana en el Foro Shakespeare.
Una niña casi indigente vende galletas, un conejo se las roba y al perseguirlo, llega a una región inverosímil donde le ocurren imprevistos, terribles algunos como un abuso sexual en la puesta en escena basada en Alicia en el País de las Maravillas y otros escritos de Carroll.
La obra actualiza los textos del autor inglés y los reinterpreta; incluso hace explícita una impactante escena de abuso recreada a partir de algunas líneas.
Se trata “de acercar a Alicia a nuestro contexto, contemporizarla y hacer que resignifique con los personajes y todo el simbolismo que contiene en Alicia en el País de las Maravillas”, explica a La Jornada Aparicio, directora, además de actriz y una de las adaptadoras de la obra.
El título se origina en el ofrecimiento de la Reina Roja a Alicia de que se convierta en su dama y a cambio recibiría como pago una moneda y mermelada cada tercer día, o sea, un día sí y otro no: ayer y mañana, nunca hoy. A poco de rechazar su propuesta, Alicia (interpretada por Aparicio) se ve forzada por la monarca y la arrastra hacia la oscuridad del escenario.
Mundo surrealista
Respecto de la escena de violencia: “en una acotación –indica Ana María Aparicio– se dice que la duquesa se le acerca demasiado a Alicia y ella se empieza a incomodar. Esto lo lleve a más tomando en cuenta que un propósito de la adaptación es hacer un homenaje a la obra de Lewis Carroll, y por eso sucede esta violación. Finalmente, es una metáfora no sólo del abuso sexual sino simbólico de nuestro enfrentamiento con el principio de realidad, de tener que adaptarnos al mundo y entonces en esa adaptación hay un rompimiento a nuestro ser.
“Tomé la estructura y los personajes de Alicia en el País de las Maravillas y textos de A través del espejo y otros de Carroll, como la serie de nudos que tiene y los dos relojes, además de El juego de la lógica; esos escritos están inmersos en boca de los personajes; además, utilicé juegos numéricos como ‘Numerogilístico’, que inventé a partir de Carroll.”
En el montaje destacan la música original de Carlos Lavín y el ilusionismo con la dirección mágica
encargada al mago Makartur, Arturo Aparicio. Es una obra que necesitaba ser mágica, porque ya está sugerida en el mundo de Carroll, que invita muchísimo a la imaginación, a creer en que las cosas ordinarias se hacen extraordinarias
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Representan el mundo surrealista en el que Alicia se ve inmersa, a partir de luces que denotan su crecimiento o la manera en que se vuelve pequeña, la caracterización inusual de los actores y la escenografía cuyos recovecos promueven la imaginación de un mundo inconcebible.
Carroll habla de algo aparentemente inocente, pero su obra y sus personajes contienen mucho discurso crítico. Fue muy crítico a su época y toca puntos universales, la esencia humana. Todo eso, que ya era poderoso en su tiempo, controversial, el reto era resignificarlo y hacer que cobre potencia en este contexto; ese simbolismo tiene mucha potencia en una circunstancia como la que vivimos: una crisis social y política muy fuerte
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La propuesta Mermelada cada tercer día se escenificará los sábados del 6 al 27 de agosto a las 13 horas en el Foro Shakespeare, ubicado en la calle Zamora 7, colonia Condesa.