Los motivos de Felipe de Jesús
ebí realizar una segunda lectura. Me parecía algo tan inexplicable, tan absurdo y fuera de proporción, que llegué al grado de culparme yo mismo por mal entender la noticia: seguramente mi desagrado por esta persona me llevaba al prejuicio, a la obnubilación. Si me lo hubiera contado, alguien habría tenido que valorar escrupulosamente la veracidad del informante y el tono e intención del comento. Después de releer la nota y, por los puntuales datos asentados en ella, no tuve más que aceptar que había leído una información tan cierta, como que la tierra no es cuadrada ni redonda, sino muy dispareja y, además, que no es propiedad del que la trabaja sino del patrón. (Estos renglones se leen con la música de El barzón, vieja canción agrarista de los tiempos idos).
Ya que volví en mí y me sometí a lo apabullante de los hechos, la incredulidad se transformó en pasmo y decidí recurrir a la mayéutica, método socrático que a partir de precisos cuestionamientos intenta el encuentro con la verdad. Ciertamente este sistema es más antiguo y menos eficaz que los interrogatorios que actualmente la ciencia criminalística mexicana ha patentado como el tehuacanazo y la picana, sistema con el que se suelen conseguir haces de luz, transparencias y certidumbres que los hoyos más negros del universo parecen arbolitos navideños.
En este trance recordé al maestro que llegó a gobernador de su estado y a secretario de Gobernación (sin necesidad de evaluación alguna), el profesor Olivares Santana, que en casos tan confusos como éste me aconsejaba: “Tejeda, si puedes preguntar pa’que adivinas”. Sentencia muy cierta pero que en este caso no tengo la menor posibilidad de atender. Imposible pararme frente al interfecto y plantearle norteñamente y cara a cara: “¿y’hora tú, puesn, qué abejorro te picó? ¿De cuál fumaste cuñao? ¿Por qué te hiciste el harakiri y salpicaste a tanta gente?” No, no creo que Felipe de Jesús, quisiera hablar conmigo y responder la pregunta que tiene en el desconcierto, aún a muchos de sus acólitos más cercanos.
Esta seguridad me llevó a cumplir, aunque fuera a medias, la recomendación del profesor Olivares. Es decir, preguntar más, para adivinar menos. Ya que no podía hacerlo al actor protagónico de esta desconcertante suceso, platiqué con el infaltable taxista, algunos miembros del Poder Legislativo de tres partidos, una vedete (vedetísima), un mago, estudiantes del CCH Sur, un afilador y un vendedor de “tamales, tamales oaxaqueños calientitos….” dos patrulleros de la policía bancaria, dos grulleros, unas corredoras de bienes raíces y otras de los Viveros. Un grupo de itamitas y otro, más amplio (siempre te echan montón) de Testigos de Jehová. Vi tres médicos en la semana, me inyectaron dos enfermeras (que lo hacen mejor que aquellos), dos maestras Montessori, dos columnistas y two and a half intelectuales: La síntesis de sus opiniones, que paso a transcribir, es de lo más objetivo y fidedigno. Ustedes juzguen y, si lo consideran conveniente, háganme llegar su punto de vista al respecto.
La pregunta era sencilla y muy personal: ¿Qué piensa usted de esa vocación profunda, de esa pasión irrefrenable, de ese estajanovismo galopante que llevó al ex presidente Felipe de Jesús, como a miles de compatriotas, a buscar un empleo lejos de su patria y de los suyos? Como algunos de los entrevistados ignoraban el hecho, escuetamente les informaba: el señor Felipe de Jesús ha comenzado a prestar sus servicios a la compañía Avangrid, filial de la española Iberdrola. (Algunos miles de trabajadores, a la manera de un coro griego se levantan y con el puño en alto reclaman a la columneta: ¡¿Ha comenzado? ¿Ha comenzado?! Eso desde endenantes. Sus flirteos se iniciaron desde que fue secretario de Energía en el gabinete de la pareja presidencial
y se consumaron durante el sexenio por él presidido y, en el cual, las funerarias del país se cimbraron por el alza inusitada de la demanda de servicios. El reciente acceso de F de J a la trasnacional mencionada, fue una exitosa compra a futuro. Un vocero del PAN, (seguramente egresado también de la libre de derecha siguiendo el sendero moral de su director, el doctor en chantaje y extorsión Becerra Pocoroba. (¿Qué tan poco es poquito?), alegó que Felipe de Jesús tenía como todo mexicano, derecho a buscar un trabajo. Cierto, el derecho al trabajo es norma constitucional, yo voté en ese sentido hace ya muchos años. Le echo una manita a su pobre defensa, agregando que la fracción XV del artículo 47 prohíbe a los funcionarios públicos aceptar un empleo de personas o empresas con las que hubieran tenido relaciones durante su desempeño. Esta prevención es aplicable hasta un año después de que se haya retirado del empleo, cargo o comisión.
F de J cumple sobradamente con la norma jurídica pero… Veamos que dijeron algunos ciudadanos. Varios de ellos coincidieron con la duda que la columneta planteó al final de su última perorata. ¿ No sería su decisión el resultado de una necesidad económica extrema, una terrible hangover, o síndrome de abstinencia?
De la oficina de Trump se disculparon porque con los líos de la convención no podía expresarnos personalmente las majaderías que le son acostumbradas, pero sí dejaba claro que a él le valía mother la motivación íntima del sujeto. Le preocupaba que ahora el muro no sólo debiera extenderlo hacia arriba sino también a ras de tierra. Por su parte, algunos millares que constituyen la multitud de transterrados a EU me dicen: Él consigue llegar al consejo de administración de una empresa depredadora de nuestro país, como Avangrid, merced a las concesiones y entrega que le hizo previamente de los bienes nacionales. No tiene la menor necesidad económica: durante años nuestros impuestos le han pagado a él, a su devota mujercita y sus privilegiados hijitos, absolutamente todo: casa, vestido y sustento, se decía antes. Ahora agreguemos los gastos que le exige a un desaforado social climber
, provechar los atajos para insertarse en el ascensor de la capilaridad social. Todo lo ha tenido. Si los ancestros y herederos de don Camilo (Mouriño) no le sostienen lo convenido, sí los enanitos que encumbró: secretarios de Estado, particulares, presidentes partidarios, congresistas, se hacen que la virgen les habla, es explicable que tenga que recurrir a los buenos amigous y a los amigozz, para solventar urgentes necesidades. También hubo votos internacionales (la multitud no se circunscribe a nuestro país). De Puerto Rico opinaron: andaba juma
, de Colombia, dictaminaron: tenía guayabo
, de Argentina: Dejalo che, estaba durmiendo la mona
, los de Venezuela dictaminaron: ni lo dudes, se hallaba pero que muy enratonado
. De Chile nos comentaron: se le apagó la tele, debe andar con la pipa
. Los ecuatorianos: ¿Qué no lo entiendes? Lo agarraron bien chuchaqui
.
Las opiniones son abrumadoras, pero también alteraciones autonómicas oigamos a alteraciones autonómicas los científicos: el síntoma de abstinencia se caracteriza por la excitabilidad neuropsiquiátrica, alteraciones autonómicas (que involucran al cerebro y la médula espinal) y manifestaciones fácilmente detectables si se está cerca del paciente: trastornos gastro intestinales, irritabilidad, debilidad, insomnio, alucinaciones, ansiedad crisis de pánico, confusión, desrealización, depresión, etcétera, etcétera. La próxima semana la columneta dará a conocer las opiniones, si es que se expresan, de la respetable multitud y, por supuesto, la propia.
Si se me olvida, favor de recordarme comentar: ¿Cuántos de los invitados al suntuoso banquete del cardenal Norberto Rivera, podrían haber podido entrar si, en lugar de convencer a un cadenero, la condición hubiera sido que pasaran por el ojo de una aguja?
¿Quién será el socio de Graco: ¿Gayosso o García López?
Estoy tomando un curso intensivo de Pokémon Go, con el joven maestro Matías Jurado, y se nos ha ocurrido una idea que puede promover exponencialmente la difusión de esta app: ¿Qué sucede si a los articunos o pokémonos legendarios, les damos rostro y nombre, nacionales? Propuestas la próxima semana.
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