El pasado viernes llegó a la cartelera la película mexicana Levantamuertos, del director Miguel Núñez. Es una comedia de humor negro que transcurre durante uno de los veranos más calurosos de Mexicali y retrata la vida cotidiana de la gente del norte del país, sus preocupaciones y su forma de expresarse. Las altas temperaturas, los personajes nobles y ocurrentes, así como los hechos inesperados son parte de la trama.

En entrevista con La Jornada el director afirmó: “La historia de Levantamuertos surge en un contexto mexicalense, donde cada verano muere más de una docena de personas a consecuencia de golpes de calor. La población sólo sobrevive a las inclemencias del clima si tiene aire acondicionado en su casa. Esto me llevó a conocer a los trabajadores del Servicio Médico Forense (Semefo), que recogen a las víctimas y son coleccionistas de la nota roja. Luego incorporé un texto breve del dramaturgo Ángel Norzagaray, en el que relata la historia de una joven con tendencias sadomasoquistas. Por último, integré a la trama un personaje singular: un cerdo llamado Homie”.

La opera prima de Miguel Núñez está protagonizada por Daniel Galo, quien está acompañado de Roberto Medina, Felipe Tututi, Sofía Félix, Javier Guardado, Norma Bustamante y Heriberto Norzagaray.

El humor negro, inherente al carácter del mexicano

Núñez afirmó que usó el humor negro, porque considera que es inherente al carácter del mexicano. Cuando la tragedia acecha la vida cotidiana, parece no quedar otra opción que tener sentido del humor para seguir adelante. Creo que la gente del noroeste de México, específicamente de Mexicali, somos más desparpajados, menos azotados. Eso lo constaté al entrevistar a trabajadores del Semefo. Me di cuenta de que ellos ven su trabajo como cualquier otro, algunos lo padecen y a otros los llena de emoción. El humor negro con el que ven su oficio permeó el guión de la película.

Agregó: “Por otro lado, mi intención era no mostrar más violencia de la que ya vemos en los periódicos y noticiarios de televisión. Se tocan los temas de muertes violentas y circunstanciales, como la de un viejito que tuvo sobredosis de Viagra en un motel, sólo que el punto de vista de Levantamuertos llega a la escena del crimen, ya que ha pasado lo peor de cada incidente”.

El joven realizador expresó que su cinta ha recibido buenos comentarios: “Hemos sido muy afortunados con el recibimiento de Levantamuertos. Primero por su selección en festivales de Guadalajara, Monterrey, Durango, Chicago, Montreal y Londres, entre otros, además de que sido postulada al Ariel como mejor guión adaptado. Segundo, porque el público que compra su boleto y acude a las salas de cine se lleva una grata sorpresa. Agradece ser sumergido en la realidad de Mexicali, donde las temperaturas llegan a los 50 grados centígrados, situación que obliga a sus personajes a ser esclavos del clima (aire acondicionado) y víctimas de las altas tarifas de luz. Es cuando Levantamuertos se convierte en una tragicomedia en la que el humor negro está a la vuelta de la esquina”.

Núñez consideró que el encanto de su película radica en que es ciento por ciento independiente desde la concepción hasta la distribución. Nunca contó con fondos de Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine). Está rodada en los áridos paisajes de ejidos del Valle de Mexicali, La Rumorosa, cementerios inhóspitos, basureros y la cálida ciudad de Mexicali, y sobre todo cuenta con un coctel de personajes memorables, como un trabajador punk del Semefo, una chica con tendencias sadomasoquistas y un cerdo que trata de sobrevivir al calorón de Mexicali.

Núñez concluyó: Generalmente las películas que tienen lugar en la frontera se relacionan con el tema de la migración y el narcotráfico. Desde un inicio mi intención fue hacer un largometraje que retrate el calor infernal que hace en Mexicali y que con sentido del humor nos muestra como sobrevivimos a la vida cotidiana.

Levantamuertos se estrenó el pasado viernes en la Cineteca Nacional.