Un penal atajado vale tanto como un gol solitario que da la victoria. Dos ocasiones de oportunidad y fortuna que permitieron a los Pumas vencer 1-0 al León en Ciudad Universitaria.

El penal parecía una apreciación un tanto descabellada del árbitro Érick Yair Miranda, quien marcó el castigo aunque la falta de Darío Verón sobre Germán Cano ocurrió afuera del área. El propio Cano enfiló para cobrar el tiro. El portero Alejandro Palacios hizo la picardía de parar otro penal, el segundo en las tres fechas que lleva el torneo, en un acto de astucia y adivinanza.

En un duelo con pocas jugadas que representaran real amenaza, Palacios tuvo algunas intervenciones decisivas para que los esmeraldas no les cobraran ventaja y para mantener la moral de sus compañeros auriazules.

Después llegó el gol, cuyo mérito proviene del tesón con el que lo buscó Javier Cortés, un mediocampista que desquita su salario con carreras de sprint, toques habilidosos y construcciones colectivas.

La primera parte no regaló jugadas que levantaran a los aficionados de las gradas. Toques dispersos, carreras sin objetivo. Salvo la atajada del penal, el juego fue poco atractivo.

Al volver del intermedio, los jugadores exhibían otra actitud. No había transcurrido ni un minuto y Matías Britos, otro auriazul sacrificado e impetuoso, estrelló la pelota en el travesaño y Pablo Barrera envió un centro al que no llegó Eduardo Herrera ni nadie para amagar a los visitantes.

Los esmeraldas también venían recargados. Lo suficiente para espantar a la zaga universitaria, cuando Alejandro Castro tuvo que barrerse para sacar la pelota casi en la línea, tras un intento de Christian Valdez.

Cuando el León tuvo su oportunidad más clara –con dos jugadores que recién entraban al campo– se perdió de manera inexplicable: Hernán Burbano sorprendió a los universitarios y se escapó sin nadie detrás, oteó al centró del área, adonde ya enfilaba Mauro Boselli, y envió la pelota; el argentino, sin embargo, llegó patinando y desperdició una oportunidad que habría culminado con un simple empujón.

Lo que sobrevino fue el contragolpe decisivo para Pumas. Cortés construyó una jugada a medio camino del tesón y el instinto ofensivo. Entregó el balón a Fidel Martínez, quien ya intuía que había que devolver para confundir. Los esmeraldas mordieron el anzuelo, la pelota alcanzó a ser tocada por el portero William Yarbrough, pero el rebote fue aprovechado con fortuna por Cortés para marcar el único tanto del partido. El único incluso en lo que va del torneo, pues la victoria ante Chivas la consiguieron por un autogol rojiblanco.

Pese a la magra cuenta de anotaciones, el entrenador Francisco Palencia rechazó que el equipo apueste por el juego defensivo. Generamos más ocasiones de gol que en los últimos partidos, admitió al final del encuentro. No atacábamos bien, pero poco a poco hemos ido mejorando. Es un proceso, Pumas no puede jugar bien desde el primer partido y vamos en ascenso.

Los auriazules alcanzaron siete puntos, que los ubican en la tercera posición de la liga, mientras el León sólo lleva una unidad.

Al respecto, el entrenador esmeralda Luis Fernando Tena reconoció que es preocupante que su equipo sólo cuente con un punto hasta ahora. La cosa va mal, pero de esto se sale unidos. No hay de otra, confió.